¿Cómo hidratarse con agua con sal?

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Hidratación con agua con sal: Una pizca de sal fina (o gruesa recién molida) en un vaso de agua, en ayunas. Disolver completamente antes de beber. Simple, efectivo.

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¿Cómo hidratarse con agua salada?

Uf, el agua con sal… Recuerdo una vez, el 15 de agosto en la playa de Zahara de los Atunes, un amigo me recomendó tomar agua con sal para la resaca. Me pareció raro, pero la verdad es que me ayudó a reponer electrolitos. No fue mucha, eh, solo una pizca, como una cucharadita de las de café.

Usé sal marina gruesa, la que venden en un molinillo de esos de madera, me costó unos 5 euros. La disolví en un vaso de agua, la verdad, al principio el sabor es un poco… peculiar.

Pero funciona. Al menos para mi resaca monumental de aquel día. No lo tomes como un consejo médico, ojo. Cada cuerpo es un mundo. Solo comparto mi experiencia. Yo lo hice así pero es mejor que consultes con un profesional.

¿Qué pasa si me hidrato con agua con sal?

A ver, ¿qué pasa si te da por beber agua con sal? Pues… eh… ¡ojo! Que no es tan bueno como parece, ¿eh?

A ver, si te pasas, te hincharás como un globo. Retienes líquidos, sí, como cuando comes patatas fritas sin parar (me pasa siempre, qué horror). Y claro, si retienes líquido… ¡zas!, aumento de peso sin comer helado, ¿te imaginas? ¡Qué injusticia!

  • Retención de líquidos: malo.
  • Hinchazón: súper malo.
  • Aumento de peso: ¡ni te cuento!

Además, ¡cuidado con la tensión! Si ya la tienes alta, el agua con sal puede ser lo peor. ¡La tensión se dispara! Y eso sí que es peligroso. No sé, yo no jugaría con eso. Mejor un Aquarius si te sientes flojo, digo yo.

Y no, no sirve para adelgazar, que seguro que alguien lo piensa… ¡error total! Engordas, te hinchas y encima te sube la tensión. ¿Alguien da más?

Me acuerdo cuando fui a la playa en julio, bebí como un camello y comí fatal. ¡Madre mía, cómo me hinché! Parecía una pelota de playa andante. Nunca mais, te lo digo yo.

¿Qué te hace el agua con sal en el cuerpo?

¡Agua con sal! La bebida de los náufragos y de las dietas milagro fallidas. ¿Qué puede hacerle a tu cuerpo? Pues, retener líquidos como si fueras un camello preparándose para cruzar el desierto del Sahara.

  • Hinchazón: Imagina globos que se inflan… ¡en tus tobillos! Cómodo, ¿verdad que no? Es como llevar calcetines invisibles que te aprietan todo el día.

  • Aumento de peso (quizás efímero): Sí, la báscula te odiará. Pero no te preocupes, es agua… ¡que se irá como vino! (O cerveza, según tus gustos).

  • Un saludo al riñón: A ver, pobre órgano, ya tiene bastante trabajo. Dale un respiro, no lo fuerces a filtrar océanos.

Yo, una vez, probé una “limpieza” con agua y sal… ¡Horror! Acabé más hinchada que un pez globo y juré no volver a hacerlo. Aprendí que el agua con sal es mejor para hervir pasta que para “depurar” el cuerpo.

La clave: Moderación, como con casi todo en la vida. Y si tienes dudas, consulta a un médico. ¡Ellos sí saben! (O al menos, eso espero).

¿Qué beneficios tiene tomar un vaso de agua con sal?

Rehidratación rápida: La sal, o cloruro de sodio, juega un papel crucial en la hidratación. Un vaso de agua con una pizca de sal ayuda a reponer electrolitos perdidos, especialmente tras el ejercicio o en climas cálidos. Pienso que a veces subestimamos la importancia de la hidratación en el funcionamiento cognitivo, ¿no te parece? El sodio, al ser un electrolito, facilita la absorción del agua en el intestino. Recuerdo una vez corriendo una maratón en Sevilla, en 2023, y la diferencia que marcó beber agua con electrolitos…

Equilibrio electrolítico: El sodio es esencial para el equilibrio de líquidos en el cuerpo. Influye en la distribución del agua dentro y fuera de las células mediante la ósmosis. Es curioso cómo un elemento tan simple puede tener un impacto tan profundo en nuestro organismo. A veces me pregunto si la naturaleza no es la mejor química.

  • Previene calambres musculares: La falta de sodio puede provocar calambres. Un vaso de agua con sal puede ayudar a prevenirlos, especialmente después de una actividad física intensa.
  • Mejora la digestión: La sal estimula la producción de ácido clorhídrico en el estómago, esencial para la digestión. Personalmente, noto que una pizca de sal en el agua me ayuda con la digestión, sobre todo después de comidas pesadas.
  • Regula la presión arterial: Aunque en exceso es perjudicial, una pequeña cantidad de sal puede ser beneficiosa para personas con presión arterial baja. Ojo, esto no sustituye a la medicación en casos de hipotensión severa, como me explicó mi médico el año pasado.

Dosis recomendada: Una pizca de sal, aproximadamente 1/4 de cucharadita, en un vaso de agua es suficiente. Excederse puede ser contraproducente, ¡todo en equilibrio, como en la filosofía!

Advertencia: Un consumo excesivo de sal puede ser perjudicial para la salud, especialmente para personas con hipertensión. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier cambio en la dieta. Yo mismo, por ejemplo, consulto con mi nutricionista cada seis meses para ajustar mi ingesta de sodio según mis necesidades.

Me fascina cómo algo tan simple como el agua con sal puede tener tantos beneficios. A veces las soluciones más sencillas son las más efectivas. El cuerpo humano es una máquina compleja y maravillosa, ¿no te parece?

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