¿Cómo saber si es un lunar o mancha?

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Los lunares presentan una amplia gama de colores, desde el marrón claro hasta el negro, pasando por rojos, azules o rosados, y varían en tamaño y textura, siendo su forma también diversa, desmintiendo la idea de un único aspecto típico.

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¿Lunar o mancha? Descifrando las señales en tu piel

A menudo, observamos pequeñas marcas en nuestra piel y nos preguntamos: ¿Será un lunar o simplemente una mancha? Distinguir entre ambos puede ser crucial para la detección temprana de problemas dermatológicos. Si bien la consulta con un dermatólogo es siempre la mejor opción, existen algunas características que nos pueden ayudar a diferenciarlos y saber cuándo es momento de buscar una opinión profesional.

Contrario a la creencia popular, los lunares no se limitan a una forma o color específicos. La paleta de colores que pueden presentar es sorprendentemente amplia, abarcando desde tonos marrones claros, pasando por rojizos, azulados e incluso rosados, hasta llegar al negro intenso. Su tamaño y textura también son variables: podemos encontrar lunares pequeños y lisos, así como otros más grandes y rugosos, algunos planos y otros elevados. Esta diversidad desmiente la idea preconcebida de un lunar “típico” y dificulta la distinción a simple vista.

Entonces, ¿cómo podemos diferenciar un lunar de una mancha? Si bien el color y la forma son variables en ambos casos, existen algunas claves que podemos tener en cuenta:

  • Evolución: Presta atención a los cambios. Un lunar que modifica su tamaño, forma, color o textura en un corto período de tiempo debe ser evaluado por un dermatólogo. Las manchas, por otro lado, suelen ser más estables, aunque algunas también pueden variar con el tiempo, como las pecas que se oscurecen con la exposición solar.

  • Bordes: Los lunares suelen tener bordes bien definidos, mientras que las manchas pueden presentar bordes irregulares o difusos. Observa si el contorno es nítido o se desvanece gradualmente en la piel circundante.

  • Superficie: La superficie de un lunar puede ser lisa, rugosa o incluso verrugosa. Las manchas, en cambio, tienden a tener una superficie más uniforme y plana. Examina si la textura es homogénea o presenta irregularidades.

  • Simetría: Si bien los lunares no siempre son perfectamente simétricos, la asimetría marcada puede ser un signo de alerta. Imagina una línea que divide la marca por la mitad: ¿ambas partes son similares? La falta de simetría es una característica que debe ser evaluada por un profesional.

  • Diámetro: Los lunares suelen ser pequeños, generalmente menores a 6 milímetros de diámetro (aproximadamente el tamaño de la goma de un lápiz). Un lunar de mayor tamaño o que crece rápidamente requiere atención médica.

Es importante recordar que esta información no reemplaza la consulta con un dermatólogo. La autoevaluación es una herramienta útil para la detección temprana, pero un diagnóstico preciso solo puede ser realizado por un profesional. Ante cualquier duda o cambio en la apariencia de tus lunares o manchas, no dudes en consultar a un especialista. Tu salud es lo primero.