¿Qué hacer si no para de sangrar una herida?

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Ante un sangrado abundante, comprima la herida firmemente con un apósito limpio y elevando la zona afectada sobre el nivel del corazón. Mantenga a la persona en reposo, abrigada y, si es posible, acostada sobre una superficie aislante para prevenir la hipotermia. Busque atención médica inmediata.
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Sangrado abundante: Actuando con rapidez y eficacia

Un sangrado abundante puede ser una situación aterradora, tanto para la persona herida como para quienes la asisten. La rapidez y la eficacia en la actuación son cruciales para prevenir complicaciones graves, incluso la muerte. Este artículo proporciona una guía práctica sobre cómo actuar ante un sangrado profuso, pero no sustituye la atención médica profesional. Siempre que sea posible, se debe buscar asistencia médica inmediata.

Reconociendo un sangrado abundante:

Un sangrado abundante se caracteriza por una pérdida de sangre rápida y significativa. No se trata simplemente de un pequeño corte que sangra ligeramente. Señales de alarma incluyen:

  • Sangrado que empapa el apósito en pocos minutos. Si un apósito se empapa completamente en menos de 10 minutos, el sangrado es probablemente abundante.
  • Sangrado en chorro o a borbotones. Este tipo de sangrado indica una lesión arterial y requiere atención médica urgente.
  • Pérdida de consciencia o mareos. Estos síntomas pueden ser indicativos de una pérdida significativa de sangre y choque hipovolémico.
  • Piel fría, pálida y húmeda. La palidez, la piel fría y húmeda al tacto, son signos de shock.
  • Respiración rápida y superficial. El cuerpo intenta compensar la pérdida de sangre aumentando la frecuencia respiratoria.
  • Debilidad o confusión. Estos síntomas pueden ser provocados por la disminución del flujo sanguíneo al cerebro.

Actuando ante un sangrado abundante:

Ante un sangrado profuso, siga estos pasos con calma pero con rapidez:

  1. Control del sangrado: Aplique presión directa sobre la herida utilizando un apósito limpio y absorbente. La presión debe ser firme y constante. No retire el apósito, incluso si se empapa de sangre; añada más apósitos encima. Elevar la zona afectada por encima del nivel del corazón ayudará a reducir el flujo sanguíneo.

  2. Mantener a la persona en reposo: Colocar a la persona en una posición cómoda, preferiblemente acostada, con las piernas elevadas ligeramente. El reposo ayuda a reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial, disminuyendo la pérdida de sangre.

  3. Prevenir la hipotermia: La pérdida de sangre puede provocar una disminución de la temperatura corporal. Abrigue a la persona con mantas o ropa seca y, si es posible, coloque una superficie aislante (como una manta térmica) debajo de ella.

  4. Buscar atención médica inmediata: Llamar al servicio de emergencias médicas (o equivalente en su país) es fundamental. No intente trasladar a la persona usted mismo a menos que sea absolutamente necesario y seguro hacerlo. Proporcione al servicio de emergencias la mayor cantidad de información posible sobre la lesión y el estado de la persona.

Consideraciones adicionales:

  • No utilice torniquetes a menos que esté específicamente entrenado para hacerlo. Un uso incorrecto de un torniquete puede causar daño permanente.
  • Si la herida es profunda o presenta objetos incrustados, no intente retirarlos. Déjelo para el personal médico.
  • Observe a la persona atentamente para detectar cualquier cambio en su estado. Informe al personal médico de cualquier cambio significativo.

Recuerda: esta información es una guía general. La mejor forma de manejar un sangrado abundante es buscar atención médica inmediata. La actuación rápida y eficiente puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.