¿Qué diferencia hay entre la sal rosada y la sal normal?
La sal rosa, a diferencia de la sal común (cloruro sódico y yodo), presenta una composición mineral más compleja. Contiene sulfatos, potasio, magnesio, hierro, y otros oligoelementos como manganeso, flúor, zinc, entre otros. Esta diferencia aporta un sabor y potencialmente, beneficios nutricionales distintos.
¿Qué diferencia hay entre sal rosada y sal común?
A ver, a ver… ¿sal rosada contra la sal común? ¡Buena pregunta! Te cuento desde mi experiencia.
Siempre pensé que la sal era sal, ¿no? Pero un día, visitando una tienda de productos naturales en Madrid (creo que era por la calle Hortaleza, en mayo del 2018), vi esa sal rosita y me llamó la atención. Me explicaron que no es solo cloruro de sodio como la sal blanca de toda la vida.
La sal rosa, esa que yo compré por unos 8 euros el kilo, tiene más cositas dentro: calcio, potasio, magnesio… ¡hasta hierro! Imagínate, como un pequeño batido mineral en cada grano. Supongo que por eso dicen que es mejor, aunque yo no sé si realmente noto la diferencia en el sabor, la verdad. Igual es más placebo, pero a mí me gusta pensar que le estoy dando a mi cuerpo algo más que solo sodio.
¿Cuál es la diferencia entre sal de mar y sal del Himalaya?
¡Ay, Dios mío! La sal… ¿Rosa? ¿De verdad? Siempre pensé que era un cuento. Mi abuela usaba sal de mar, blanca, como la nieve. Recuerdo su sabor, tan intenso…
Sal del Himalaya, ¡qué nombre tan rimbombante! Parece sacada de una película. Ese color rosa… ¿Será marketing?
¿Diferencias? Pues, una es rosita y la otra blanquita, ¡claro! Pero la rosa tiene más minerales, eso sí lo he leído. Hierro, calcio, magnesio… ¡Suena a vitaminas! Como esas que mi médico me recomendó, las que tomo cada mañana.
- Color: Una blanca, otra rosa. ¡Así de sencillo!
- Minerales: La rosa gana por goleada. Mucho más rica.
- Sabor: ¡No lo sé! Nunca probé la rosa. Tengo que comprarla.
Este año, en mi viaje a la playa, vi como extraían la sal del mar. Un proceso tan simple… Igual hasta lo intento en casa. ¡Qué locura! ¿Debería?
Pensándolo bien… ¿Qué más hay? Ah, sí, el precio. La rosa es carísima, lo he visto en el súper. ¡Un atraco! Mucho más cara que la sal de mar normal. A ver, ¿qué más pongo aquí? ¡Ya no sé ni qué escribo! Me voy a tomar un café.
Sal marina: extraída directamente del mar, refinada o no. La que yo uso es sin refinar. Sal del Himalaya: extraída de minas en el Himalaya. Alto contenido en minerales.
¿Qué hace la sal rosada en el cuerpo humano?
La sal rosa… Dios, qué pesadilla. Recuerdo la sensación en la boca, ese gusto… extraño. No es como la sal común. No sé, siento que… me engañaron. Me dijeron que era sana, mágica casi. Pero…
¿Qué hace en el cuerpo? Pues… poquito. Es cierto, tiene minerales. Sí, sí, sí, lo sé, lo leí en alguna parte. Pero tan poquito… insignificante. Un placebo, quizás. Me siento tonta por haberla comprado. Y por creer en sus maravillas.
- Hidratación: Sí, dicen que ayuda. Pero igual que cualquier otra sal. Quizás un poco mejor. Mentira. No lo sé. Es solo un poquito.
- Equilibrio electrolítico: Uf, qué palabreja. Sí, supongo que ayuda también. Pero… ya sabes… es tan poca cantidad…
- Sentimiento de culpa: Este sí que lo produce. Gasté tanto en ella. Y ahora está ahí, en la despensa… un recordatorio constante de mi ingenuidad. Es una traición. Traición a mi cartera.
En 2024, la compré en un mercadillo, una señora con ojos brillantes me la vendió, como un elixir. ¡Un elixir! Con mi hija de tres años, estaba conmigo. Ella quería comprar chicles. Y ahora ese bote ahí… Ese bote rosa… me mira con reproche.
En resumen, poco. Demasiado poco para su precio y su propaganda. Ese es mi error. Mi error tonto. Y esta noche… esta maldita noche… no puedo dejar de pensarlo.
¿Qué beneficios tiene consumir sal rosada?
¡Sal rosada, el oro rosa de tu despensa! ¿Beneficios? ¡Uf, una lista más larga que mi brazo después de un día de jardinería!
Regula la presión arterial: Sí, sí, lo sé, suena a anuncio de teletienda, pero es cierto. Aunque, ojo, no la uses como sustituto de tu medicación. No soy médico, eh. Piensa en ella como una aliada, no como un superhéroe.
Hidratación: Adiós, retención de líquidos. Como si tu cuerpo dijera “¡Eureka, he encontrado el drenaje perfecto!”
Músculos contentos: Adiós calambres, ¡hola maratón de sofá! Vale, quizás exageré. Pero sí, ayuda a evitar esos tirones inesperados.
Migrañas: ¡A esas les declaro la guerra! La sal rosada, mi pequeña venganza contra el dolor de cabeza.
Apetito sexual: ¡Ay, ay, ay! Esto lo sabemos las que hemos usado trucos de abuela para la cena romántica. No te garantizo el premio Nobel de la pasión, pero… guiño, guiño.
Sueño reparador: Dormir como un tronco, sí, pero un tronco que se despierta descansado y con energía.
Huesos fuertes: Como si fueras una pequeña superwoman (o superman, ¡sin complejos!). Eso sí, la sal no lo hace sola, recuerda la importancia de una dieta equilibrada.
Respiratorio en forma: Como si tus pulmones hicieran ¡Aaaah! de alivio.
Bonus track: Mi suegra la usa en exfoliantes caseros. Dice que es increíble, ¡pero la pobre exagera un poco!
Recuerda: Como todo en esta vida, con moderación. No es magia, ¡es sal! Y no olvides consultar a tu médico si tienes alguna duda, aunque sea tan tonta como la que me planteó mi amiga el otro día sobre si podía usarla para teñir el pelo. (Spoiler: No).
¿Cómo se toma la sal rosada?
La sal rosada se toma, básicamente, ¡como la vida misma! Con un poquito de chispa y moderación. 😉
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En la cocina: Directamente al plato, como si fueras un chef con estrellita Michelin (aunque en realidad estés haciendo huevos fritos). Yo, por ejemplo, la uso para darle un toque exótico a mis palomitas los domingos. ¡Pruébalo!
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“Agüita” salada: Disuelta en agua, como si fuera un elixir mágico. Aunque, seamos sinceros, sabe a agua de mar… o a lágrimas de unicornio, según tu optimismo. 😂
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Lámpara “purificadora”: Para decorar, más que para otra cosa. Dicen que limpia el aire… pero yo sigo tosiendo cuando cocino cebolla. 🤔 (Mi suegra dice que es mi karma).
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Baño relajante: Un buen puñado en la bañera. Ideal para cuando te sientes como un limón exprimido. ¡Ojo! No te bebas el agua, que luego te da un apretón. 🙊
Más allá del salero:
- La sal rosada, al ser “del Himalaya”, nos hace sentir un poco Indiana Jones, ¿no? Exploradores del sabor.
- Dicen que tiene un montón de minerales… ¡como si fuéramos plantas! Nos falta el sol y la fotosíntesis. 🌱
- Y, seamos serios, el color rosa mola. Es como añadirle un filtro de Instagram a tu vida. 💖
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