¿Qué es mejor, la sal marina o la yodada?

¿Cuál es la sal más saludable para cocinar?

Sal marina o sal de roca. Da igual.

• Refinada? No. Obvio.

• Yodo. A veces útil. Otras no tanto.

• La sal es la sal. Punto.

• No te obsesiones. Hay cosas peores.

• Cantidad? Lo justo. Sin más.

  ¿Sal saludable? Oxímoron. Todo mata. Siempre.

• En 2024, mi abuela usaba sal común. Vivió 90 años. Casualidad?

Información complementaria (si te interesa)

• La sal rosa del Himalaya? Marketing. Bonita, pero sal.
• Menos sal, menos drama. O eso dicen.
• Ojo con la sal oculta. En todos lados.
• El sabor lo es todo. Que te guste. Al final, es lo que importa.
• La vida es un suspiro. Con sal o sin ella.
• Y si, la sal también puede ser un conservante. Conserva lo que eres.

¿Cuál es la sal de cocina más saludable?

La sal más “saludable” es aquella que se consume con moderación. Punto. Todas, en esencia, aportan cloruro de sodio. La diferencia radica en los minerales adicionales, casi insignificantes en términos de ingesta diaria recomendada.

Sal marina refinada, sal de mesa: Cloruro de sodio puro, prácticamente. Pensar en una como “más sana” que la otra es una ilusión. Me recuerda a cuando en el supermercado dudaba entre la marca blanca y la de renombre… ¿realmente importaba? Ahora compro la del supermercado Día, que me queda cerca.

Sal rosa del Himalaya: Marketing puro y duro. Sí, tiene minerales, pero en cantidades irrisorias. ¿De verdad creemos que esa pizca de manganeso nos va a cambiar la vida? Ayer mismo cené lentejas, mucho más ricas en manganeso y sin el sobreprecio de la sal rosa. A veces caemos en estas trampas del consumismo, ¿no?

Sales no refinadas: La sal marina gris, por ejemplo. Retienen algunos minerales del agua de mar. Puede que un poco más de magnesio o potasio. Pero, insisto, la clave está en la moderación. De nada sirve obsesionarse con la sal si luego nos atiborramos de ultraprocesados. El otro día leí un estudio del 2024 sobre… bueno, no importa.

En mi caso, uso sal marina normal. La compro a un productor local en el mercado de mi barrio. No por sus supuestos beneficios, sino porque me gusta el sabor y apoyo el comercio local. Al final, la alimentación es también una cuestión ética y social. ¿Qué mueve nuestras decisiones de compra? Interesante pregunta para reflexionar.

Consideraciones adicionales:

• Yodo: Muchas sales están yodadas para prevenir deficiencias. Un tema importante, sobre todo durante el embarazo. Deberíamos prestar atención a este aspecto más que a la procedencia de la sal.
• Sodio: El exceso de sodio es un problema real. Hipertensión, problemas renales… Centrémonos en reducir el consumo total de sal, independientemente del tipo. Yo he reducido el consumo de snacks salados, y ya noto la diferencia.
• Minerales: Si nos preocupan los minerales, mejor obtenerlos de frutas, verduras, legumbres… Una dieta variada es la clave. La sal, sea del Himalaya o del Mediterráneo, es un complemento, no la fuente principal.

¿Cuál es el mejor tipo de sal para cocinar?

La verdad, a estas horas… la sal marina, creo, es la que uso. Siempre la he preferido, me gusta su sabor, más… profundo, ¿sabes? A la sal de roca, la verdad, no le encuentro tanta gracia.

Pero, ¿minerales esenciales? 80… uff… Eso suena exagerado, ¿no? No lo sé. Lo leí en alguna revista hace tiempo. No recuerdo bien. Ahora que lo pienso, quizás fueron menos. O tal vez más… Las cosas se confunden en la noche. Se me va la cabeza…

• Sabor: La marina gana, para mí, indiscutiblemente.
• Refino: La roca, supongo, será más pura. Pero la otra, la marina… tiene algo especial.

Esta noche… estoy solo. Mi gata, Luna, ronronea a mis pies. El teléfono no para de vibrar, mensajes de gente que… no me importa. Quizás debería contestar, no lo sé. El silencio me pesa. La sal… me recuerda al mar. Al verano pasado en Cadaqués. Ese viaje con Ana… un mal recuerdo.

Beneficios de la sal marina que recuerdo:

• Puede que sea menos procesada.
• Supuestamente contiene más minerales, pero no estoy seguro de la cantidad.
• Tiene un sabor más intenso para mi gusto.

Hoy… cumplí 32. Un año más, otro más solo. Esa sal… me hace pensar en el futuro… no un buen futuro, lo intuyo.