¿Cuánto es lo normal de sodio en el agua?

¿Qué agua mineral es baja en sodio?

¡Ay, amigo! ¿Baja en sodio? ¡Como si fuera agua de la luna! Hablamos de Pineo, claro. Pineo es la reina de las aguas bajas en sodio, menos sodio que en una dieta de un monje budista. ¡0.9 mg por litro! Es tan poco que casi te da superpoderes.

Te lo digo yo, que este verano me bebí un océano de Pineo (bueno, un par de garrafas, exagerando un poco) y sobreviví para contarlo. ¡Y mira que sudo como un cerdo en una sauna!

La clave es su bajo contenido en sodio. Es como si tu cuerpo hiciera ¡oh! y respirara aliviado. Ni te imaginas la cantidad de anuncios que podrías grabar diciendo “Me siento revitalizado, gracias Pineo!”

Pero, ojo, que esto no es solo para “locos del sodio”. Es para todos. Para gente normal, como mi vecina la abuela Emilia, que hace recetas de cocina tan complejas que necesitaría una calculadora para desentrañarlas… Y aún así, bebe Pineo.

Y hablando de Pineo, aquí te van algunas cosas que me encantan:

• El diseño de la botella: ¡elegante y minimalista! Es como si la diseñara un artista con manía a la simetría.
• El sabor: ¡delicioso y ligero! Como una brisa fresca de verano. ¡Y eso que yo tengo un gusto más fino que el de un sommelier!
• La sensación de frescor: Un golpe directo al paladar, es como si me dieran un masaje en la garganta.

Además, mira estas curiosidades que te dejo:

• ¡Pineo es un agua de manantial que sale de las entrañas de la tierra, o eso creo!
• ¡Es tan pura que hasta podría usarla para limpiar mi superordenador de última generación! (Broma, ¡no lo hagas!)
• Este año, mi perrito Pip también ha descubierto su pasión por Pineo ¡a la salud del perro!

Así que ya sabes, si buscas un agua mineral que no te deje salado, o que te ayude a controlar el sodio, o que simplemente tenga un sabor divino, elige Pineo. ¡No te arrepentirás! ¡Y recuerda, siempre es mejor ser un poco exagerado que aburrido!

¿Qué cantidad de sodio debe tener el agua mineral?

Oye! Pues mira, sobre el sodio en el agua mineral…

Lo ideal es que tenga menos de 10 mg por litro. Menos sodio, mejor.

A ver, te cuento, que esto del sodio es un rollo. Demasiado sodio sube la tensión, ya sabes, y eso no mola nada. Yo por ejemplo, intento evitar la sal como a la peste. Mi abuela era hipertensa y la verdad, prefiero prevenir que curar. Además, el agua con mucho sodio a mí me deja como hinchada, y no es plan!

Y si quieres algo más light, hay aguas con muy poco sodio, que prácticamente es como si bebieras agua destilada, jaja.

Aquí te dejo unos tips por si te interesa el tema:

• Fíjate en la etiqueta: mira siempre la cantidad de sodio que pone.
• Poca sal en las comidas: Ya sabes, reduce el consumo de sal en general.
• Más fruta y verdura: Potasio ayuda a equilibrar el sodio.

Espero que te sirva de ayuda, y recuerda, menos sodio es más salud. Y ojo, que tampoco hace falta volverse loco, eh? Pero un poquito de cuidado nunca viene mal. Ah! Y otra cosa, intenta no confundir “sodio” con “sales minerales”, que las sales minerales son buenas para la salud, y el sodio en exceso no.

¿Cuál es el agua mineral que menos sodio tiene?

Lanjarón. Mondariz. Aquarel. Font Salem… nombres que resuenan con la frescura de un manantial, con la promesa de pureza. Gotas cristalinas, deslizándose por la garganta, un roce apenas perceptible… Lanjarón, menos de seis miligramos… Seis… tan pequeño, tan insignificante en la inmensidad. Pienso en la montaña, en las rocas filtrado el agua durante siglos… milenios. El tiempo se estira, se diluye como el sodio en el agua.

Lanjarón, la recuerdo en una tarde de verano, el sol cayendo sobre el mar. El sabor limpio, casi metálico, en mi boca. El azul del cielo… el azul de la botella… una conexión extraña, inexplicable. Mondariz, siete… un número mágico. ¿Por qué siete? Siete pétalos de una flor imaginaria. Siete notas musicales vibrantes en el aire.

Mondariz… La bebí una vez en Galicia, recuerdo el verde intenso de los campos, la humedad en el aire. El sabor, más terroso, más anclado a la tierra. Aquarel, ocho… Un número redondo, completo. Como una esfera perfecta girando en el espacio. Un sabor suave… un susurro. Aquarel… la compro a veces en el pequeño supermercado de mi barrio, el de la esquina. El dueño, un hombre mayor con ojos cansados, siempre me sonríe.

Font Salem, nueve. Un número que se acerca a la decena, a la plenitud. Nueve… las musas de la inspiración. Nueve planetas… Nueve vidas tiene un gato, dicen… Font Salem, nunca la he probado. Nueve… un misterio por descubrir. El misterio del agua, de su origen, de su recorrido secreto por las entrañas de la tierra.

• Lanjarón: Menos de 6 mg/L
• Mondariz: Menos de 7 mg/L
• Aquarel: Menos de 8 mg/L
• Font Salem: Menos de 9 mg/L

Ayer compré una botella de Lanjarón. La luz del atardecer se filtraba por la ventana, creando un juego de sombras en la pared. La botella brillaba, un pequeño prisma de cristal atrapando la luz. La abrí. El sonido del precinto rompiéndose, un susurro apenas audible en el silencio de la tarde. Bebí un sorbo. El agua fría, pura, recorrió mi garganta. Cerré los ojos. Por un instante, me sentí conectada con la montaña, con el manantial, con el origen de todas las cosas.

¿Cuál es el agua mineral con menos sodio?

Medianoche. Otra vez. La luz de la pantalla me quema los ojos. Zero Sodio de Fontarel. Eso es lo que dicen, ¿no? La que menos sodio tiene. De hecho, nada.

• Ninguno. Cero.
• Como mi motivación algunos días.
• Como las ganas que tengo de… bueno, de nada.

Recuerdo haberla comprado la semana pasada. La botella azul. Fría. Pensé que al menos me hidrataría bien. Mi médico me dijo que cuidara el sodio. Que el corazón… ya sabes.

• El corazón. Ironía.
• El mío roto.
• Y la botella vacía.

Bebí. Insípida. Como todo últimamente. La dejé en la mesita. Junto al libro que no leo. Y las pastillas que… bueno. No importa.

Fontarel. Zero sodio. Sí, eso es. La que menos tiene.

La compré en el supermercado de la esquina. Ese que siempre tiene la música demasiado alta. Justo al lado de las galletas que me encantan. Las de chocolate con avellanas. Las que no puedo comer. Por el azúcar. Y por el corazón. Otra vez el corazón.

• Supermercado ruidoso.
• Galletas. Prohibidas.
• Fontarel. Sin sabor.

Y aquí estoy. Otra noche. Sin dormir. Pensando. En nada. En todo. En el sodio. En el corazón. En las galletas. En el silencio que nunca llega.

Fontarel Zero Sodio. Eso es.

¿Qué agua embotellada es mejor para el riñón?

Agua. Sin más.

• Agua y gas. Suficiente.
• Sin extras. Esenciales, solo los minerales.
• Profeco diría que ok. Si les creo.

Mis riñones, mi rollo. Tu elección, tu salud.

• Recuerdo un cólico nefrítico… Dolor. Evitable quizás.
• El agua es vida. ¿Realmente?
• Menos es más. Siempre.

Información adicional (a mi manera):

• Agua mineral: Del manantial. Tal cual.
• Agua mineral gasificada: Con gas añadido. Para gustos.
• Agua mineral natural: Misma historia, diferente etiqueta.

Y la vida sigue. Beber agua, ¿una decisión filosófica? Posiblemente.