¿Por qué la sal deshidrata?

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La sal no deshidrata directamente, sino que causa retención de agua, aumentando el volumen sanguíneo y la presión arterial. Esto no es deshidratación, sino un efecto fisiológico de la sal en el cuerpo.
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La sal: ¿Realmente causa deshidratación?

Es una creencia común que la sal deshidrata el cuerpo, lo que lleva a sed y otros síntomas de deshidratación. Sin embargo, este concepto erróneo ha sido desacreditado por investigaciones científicas. En realidad, la sal no causa deshidratación directa, sino que desencadena una serie de efectos fisiológicos que pueden tener implicaciones para el equilibrio hídrico.

Efectos fisiológicos de la sal

Cuando se consume sal, nuestro cuerpo libera una hormona llamada aldosterona, que actúa sobre los riñones para retener agua. Este proceso aumenta el volumen sanguíneo, lo que a su vez eleva la presión arterial.

El aumento del volumen sanguíneo y la presión arterial no equivale a la deshidratación, que implica una pérdida de agua y electrolitos esenciales. Por el contrario, el efecto de la sal es aumentar el contenido de agua del cuerpo.

Confundiendo retención de agua con deshidratación

Los síntomas de la retención de agua pueden superponerse con los de la deshidratación, como hinchazón, sed e incluso calambres musculares ocasionales. Sin embargo, es crucial distinguir entre estos dos estados fisiológicos:

  • Retención de agua: Aumento del contenido de agua corporal debido a la retención de sodio por parte de los riñones.
  • Deshidratación: Pérdida de agua y electrolitos esenciales, lo que provoca una disminución del volumen sanguíneo y una disminución de la función celular.

Consideraciones sobre el consumo de sal

Si bien la sal no causa directamente deshidratación, es importante tener en cuenta que el consumo excesivo de sal puede tener otros efectos negativos para la salud, como hipertensión y enfermedad renal. Por lo tanto, es esencial limitar la ingesta de sal a los niveles recomendados por las directrices dietéticas.

Conclusión

El mito de que la sal deshidrata es un concepto erróneo que no está respaldado por evidencia científica. En realidad, la sal induce la retención de agua, que no es deshidratación sino un efecto fisiológico distinto. Si bien el consumo excesivo de sal puede tener otros efectos negativos para la salud, no debe confundirse con la deshidratación real, que requiere una reposición adecuada de agua y electrolitos.