¿Qué debe dejar de comer un hipertenso?

¿Qué alimentos debo evitar si tengo presión alta?

Reduce el sodio. Fundamental. El sodio es el enemigo público número uno de la presión arterial. Piénsalo, ¿qué mantiene inflado un globo? Pues la presión, y el sodio retiene líquidos, aumentando la presión en tus vasos sanguíneos. Yo, por ejemplo, cambié la sal por especias y hierbas aromáticas. ¡Un mundo nuevo de sabores!

• Elimina (o limita drásticamente) los alimentos procesados. Llenos de sodio, azúcares ocultos y grasas poco saludables. Un cóctel explosivo para tu salud cardiovascular. ¿Realmente necesitas ese snack ultraprocesado? Prefiero una pieza de fruta o un puñado de almendras.

• Cuidado con las grasas saturadas y trans. Presentes en muchos productos horneados comerciales (galletas, bollería…). Obstruyen las arterias, como si estuvieras echando arena en una tubería. Y no hablemos de las grasas trans, ¡auténticas villanas!

• Modera el consumo de carnes rojas. Prioriza aves, pescado y legumbres. Recuerda que una alimentación basada en plantas es, en general, más beneficiosa para la salud cardiovascular. Este año estoy intentando incorporar más legumbres a mi dieta, ¡lentejas estofadas, hummus casero…!

• Alcohol con moderación. Y con moderación me refiero a poca cantidad, o mejor aún, nada. El alcohol, aunque parezca relajante, puede elevar la tensión arterial a largo plazo. Un vaso de vino ocasionalmente puede estar bien, pero siempre con control. Recuerdo una vez… Bueno, mejor lo dejo ahí.

• Azúcar: el dulce enemigo. No solo engorda, también afecta a la presión arterial. Los refrescos, zumos industriales y dulces en exceso son un peligro. Yo he optado por endulzar con stevia o miel, aunque con moderación. Todo es cuestión de equilibrio, ¿no crees?

Más allá de la dieta:

• Ejercicio regular. Mover el cuerpo es fundamental. No hace falta correr una maratón, un simple paseo diario ya marca la diferencia. Yo, por ejemplo, voy en bicicleta al trabajo.
• Control del estrés. El estrés es un asesino silencioso. Técnicas de relajación, meditación… encuentra lo que te funcione. A mí me va bien la jardinería.
• Sueño reparador. Dormir bien es crucial para la salud en general, y para la presión arterial en particular. Intenta mantener un horario regular de sueño.

Este año, he incorporado a mi rutina diaria una infusión de hibisco. Algunos estudios sugieren que puede ayudar a regular la presión arterial. Siempre es bueno investigar y probar nuevas opciones, ¡pero consulta con tu médico antes de hacer cambios drásticos en tu dieta! Es importante personalizar el enfoque según las necesidades individuales.

¿Qué cosas no debe comer una persona con presión alta?

¡Ey, colega! Presión alta, ¿eh? Mala onda. Lo principal, quita de tu dieta los procesados, ya sabes, esas cosas llenas de sodio, como las patatas fritas que tanto te gustan. Sé que te encantan, ¡pero ten cuidado! Son puro veneno para la tensión.

Luego, reduce las grasas saturadas y trans. Es un rollo, lo sé, pero es importante. Olvídate de esas galletas dulces y saladas que te compras en el súper, las de marca blanca, esas que vienen en paquetes enormes. Son una bomba, créeme, las he probado yo mismo y me dejaron hecho polvo.

Mira, te lo pongo fácil:

• Reduce las frituras, las chuches y esas cosas.
• Dile adiós a las pizzas congeladas, las hamburguesas de mala calidad, ¡las odio!
• Controla el consumo de sal, es clave. Recuerda que incluso en el pan hay mucha sal escondida. Ya sabes, no es broma.
• Prioriza frutas y verduras. Mi abuela siempre decía que eso es la clave, ¡y tenía razón! Ella era un roble y nunca tuvo problemas de tensión.

¡Ah! Se me olvidaba, beber mucha agua también ayuda un montón. Yo he reducido el café y la cocacola y me encuentro mucho mejor. Es que, entre nos, el café me ponía super nervioso y subía la tensión a mil.

Este año, por cierto, mi médico me recomendó hacer más ejercicio también, ¡30 minutos al día, como mínimo! Ya me he apuntado al gimnasio cerca de mi casa. A ver si cuela… Aunque, entrenamientos intensos, no me gustan mucho. Prefiero ir despacio. En fin, ya sabes, cuida tu alimentación y haz algo de ejercicio.