¿Qué queso puedo comer si soy hipertensa?

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Para hipertensas, se recomiendan quesos frescos y suaves, como el queso blanco o de nata, en cantidades moderadas y ocasionalmente. Recuerda que la clave está en el consumo controlado de sodio.
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Quesos Aptos para Hipertensos: Guía Práctica

La hipertensión, o presión arterial alta, es una afección común que requiere una dieta especial para controlar los niveles de sodio. Para las personas hipertensas, el consumo de queso puede ser una preocupación debido a su contenido variable de sodio. Este artículo proporciona una guía completa sobre qué quesos son apropiados para las personas con hipertensión.

Quesos Frescos y Suaves: Una Opción Adecuada

Los quesos frescos y suaves, como el queso blanco o de nata, son opciones recomendadas para los hipertensos. Estos quesos tienen un contenido de sodio generalmente bajo, lo que los hace relativamente seguros para el consumo ocasional. Sin embargo, es importante consumirlos con moderación, ya que incluso los quesos bajos en sodio pueden contribuir al sodio total de la dieta.

Queso Blanco

El queso blanco es un queso fresco elaborado con leche de vaca. Tiene un sabor suave y cremoso, con un bajo contenido de sodio de aproximadamente 60 mg por onza.

Queso de Nata

El queso de nata es otro queso fresco hecho con leche de vaca. Es conocido por su textura untable y su sabor suave. El queso de nata también tiene un bajo contenido de sodio, con aproximadamente 70 mg por onza.

Quesos a Evitar

Los quesos duros y añejos generalmente tienen un contenido de sodio más alto que los quesos frescos y suaves. Por lo tanto, se deben evitar o consumir con mucha moderación para las personas hipertensas. Algunos ejemplos de quesos a evitar incluyen:

  • Queso cheddar
  • Queso parmesano
  • Queso suizo
  • Queso azul

Consumo Controlado: La Clave

La clave para las personas hipertensas que desean consumir queso es el consumo controlado. Si bien los quesos frescos y suaves son opciones relativamente seguras, es importante limitarse a porciones pequeñas y consumirlos ocasionalmente. Evitar los quesos duros y añejos y controlar la ingesta total de sodio es esencial para mantener niveles saludables de presión arterial.

Conclusión

Para las personas hipertensas, los quesos frescos y suaves, como el queso blanco o de nata, pueden incorporarse a la dieta con moderación y ocasionalmente. Sin embargo, es crucial controlar el consumo de sodio total y evitar los quesos duros y añejos. Al seguir estas recomendaciones, los hipertensos pueden disfrutar del queso sin comprometer su salud.