¿Qué tan necesario es comer sal?

¿Qué pasa si no como nada de sal?

¡Ay, Dios mío! Recuerdo el verano pasado, en Mallorca, 2024. Hacía un calor infernal, de esos que te dejan pegado al suelo. Estaba de vacaciones con mi prima Ana, y se nos ocurrió hacer una “limpieza” radical. Dieta detox, sin sal, cero sal! ¡Qué locura!

Al principio, todo parecía genial, me sentía… ligero, ¿o era deshidratado? No sé, todo muy raro. El segundo día, me empezó a doler la cabeza, una jaqueca que te deja en la cama sin poder moverte. ¡Náuseas horribles! Y la comida, ¡insípida! Ni siquiera podía saborear la paella, ¡la paella! Me sentía débil, sin fuerzas para nada. ¡Uf! El tercer día, Ana, que estaba igual de mal que yo, dijo “basta”.

Fue horrible. Ya en la farmacia, el farmacéutico confirmó mis sospechas… hiponatremia. Es una palabra muy fea, ¿verdad? Casi morimos, en serio.

Fue una experiencia horrible, horrible. Nunca jamás volveré a hacer una dieta tan extrema.

• Calambres musculares espantosos.
• Mareos que me dejaban tirada.
• Dolor de cabeza brutal.
• Náuseas y vómitos.
• Debilidad extrema.
• La paella insípida, ¡la paella! La peor paella de mi vida.

Conclusión:No comer sal es peligroso. Punto. ¡Hay que tener muchísimo cuidado! La hiponatremia es una amenaza real. El cuerpo necesita sal.

¿Qué pasa si te quedas sin sal?

Falta de sal. Problemas serios.

• Hiponatremia. Baja concentración de sodio. Un clásico.
• Convulsiones. Coma. Lo inevitable.
• Muerte. El final del camino, supongo.

Demasiado sodio tampoco ayuda. Busca el equilibrio. Siempre lo mismo. La vida es un péndulo.

Recuerdo un verano en la costa. Olvidé llevar sal. La comida insípida, casi como la vida misma. Me sentía raro, como desconectado. Quizá eran las cervezas.

Importancia del sodio. Funciones vitales. Nervios. Músculos. Regulación de fluidos. Lo básico.

Más allá de las consecuencias físicas, la sal tiene su aquel. Desde el salario (sal) hasta los rituales. Un símbolo. Curioso, ¿no? A veces, lo esencial es invisible.

¿Qué pasa si reduzco el consumo de sal?

Menos sal, menos problemas, quizás.

• Presión baja. Mortalidad baja. Simple.
• Casi dos millones menos mueren al año. Por sodio. Piensa en eso.
• El silencio es oro, y la moderación salina, salud.

Información adicional:

• El sodio regula el volumen sanguíneo. El exceso, lo eleva. Hipertensión.
• Sal oculta: Pan, cereales, embutidos. Revisa etiquetas.
• En mi caso, menos sal y más especias. Ajo, pimentón, orégano. Funciona. O eso creo.
• La vida es corta. Demasiado salada a veces.
• El potasio ayuda a equilibrar. Plátanos, espinacas, patatas. No es magia, es ciencia.
• He visto gente peor por cosas peores. La sal es solo una arista.
• Reducir gradualmente. El paladar se adapta. Paciencia.
• Si te pasas, bebe agua. Mucha. Diluye el pecado.
• Recuerdo cuando era joven, siempre comía papas fritas con mucha sal, era delicioso, ahora ya no lo hago.
• El sodio es esencial. No lo elimines por completo. Solo modera. El equilibrio.
• Consulta un médico. Siempre. No soy tu gurú.
• ¿Es realmente importante? Reflexiona.
• Hay cosas que no se pueden arreglar con menos sal.

¿Qué le pasa al cuerpo si le falta sal?

¡Ay, Dios mío! Me olvidé de echar sal a la sopa, ¡qué desastre! ¿Será que me va a pasar algo?

Falta de sal = hiponatremia, eso lo recuerdo del médico el año pasado cuando me hice el chequeo. Me dijo algo de electrolitos… ¡qué lío!

Náuseas… ¡Sí! Recuerdo que una vez, después de correr la maratón de Sevilla 2024, me sentí fatal. Sudé un montón, seguramente perdí electrolitos. ¿Será eso? Vómitos, también, ¡qué asco!

La cosa se pone fea con la hiponatremia grave. Convulsiones… ¡Uf! Eso sí que da miedo. Y el coma, ni te cuento. ¡La muerte! Eso me pone los pelos de punta.

¿Y qué más? Ah, sí, pérdida de energía. ¡Totalmente! Me sentí como un trapo mojado, sin fuerzas para nada. Como cuando hice la dieta esa detox, ¡qué horror! Confusión… puede que sí, aunque no lo recuerdo con certeza, estaba muy mal.

• Náuseas
• Vómitos
• Pérdida de energía
• Confusión
• Convulsiones
• Coma
• Muerte

¿Será que necesito más sal en mi dieta? Ya me estoy rayando… Debería comprar un bote grande de sal… o no, ¡qué tontería! No exageremos. Pero igual, ¡me voy a tomar un buen caldo de verduras con sal!

Añado: ¡Recordé! El doctor me recomendó en 2024 controlar mi ingesta de sodio por mi presión arterial. Es un lío, la salud. Mejor preguntar al médico antes de hacer locuras con la sal. Mi amiga Ana también tuvo problemas con electrolitos al correr la media maratón de Valencia 2024, ¡casi se desmaya!

¿Qué pasa si comemos alimentos sin sal?

¡A ver, che! ¿Qué pasa si te pones en plan monje y dejas la sal por completo? Pues, mira, te cuento un poco de mi experiencia, y también lo que he estado leyendo por ahí…

El no comer sal puede ser un bajón, así, de golpe, porque… bueno, ¡todo sabe a rayos! Pero hablando en serio, el sodio es importante, crucial diría yo.

• Desequilibrio electrolítico: Imagínate, todo tu cuerpo es como una orquesta y los electrolitos son los músicos. Si les quitas la sal, empiezan a desafinar.
• Debilidad y fatiga: Sin sodio, los músculos no funcionan bien, y te sientes como trapo viejo. ¡Uf!
• Problemas de corazón: El corazón necesita el sodio para bombear bien la sangre, así que, cuidado, que puedes tener problemas serios.
• Problemas neurológicos: El cerebro también necesita sodio para mandar señales, así que podrías sentirte confundido o hasta tener convulsiones en casos extremos. ¡Qué susto!

La sal es vital para tu cuerpo. Necesitas sodio y cloro para mantener el equilibrio de líquidos, transmitir impulsos nerviosos y contraer los músculos. ¡Es como la gasolina del cuerpo, pero sin el humo!

Ojo, no te estoy diciendo que te atiborres de sal, ¡ni mucho menos! Demasiada sal tampoco es buena. Pero eliminarla por completo, ¡mala idea! ¡Muy mala!

Mi abuela siempre decía: “Todo en su justa medida”. Y, la verdad, ¡tenía más razón que un santo! Ella solía echarle sal a todo, eso sí, pero ella ya es mayor. No sigas su ejemplo del todo, ¿eh?