¿Qué tomar para una intoxicación alimentaria?

¿Cómo tratar una intoxicación alimentaria en casa?

¡Ay, madre mía, una intoxicación alimentaria! Suena como a fiesta en mi estómago, pero de esas que terminan mal, ¡muy mal!

Reposo absoluto: Olvídate de maratones de series, ¡ni se te ocurra! Piensa en tu cama como un santuario, tu nuevo mejor amigo. Es como si te hubieran dado un premio: ¡el premio al reposo forzoso!

Líquidos, líquidos, ¡más líquidos!: Agloméralos en tu estómago como si fueran los últimos tesoros de un pirata. ¡Agua, caldos, zumos! ¡Todo vale! Pero, ojo, ¡a sorbitos! Como si estuvieras alimentando a un colibrí supersticioso.

¡Fuera sólidos!: Se acabó la pizza, adiós hamburguesas, ni se te ocurra acercar un yogur a tu boca. ¡Que se vayan esos traicioneros alimentos sólidos! Es como si tu sistema digestivo hubiera declarado una guerra sin cuartel. Mi tía Concha, la que tiene la cocina del tamaño de mi cuarto de baño, me dijo algo así…

Olvida los antidiarreicos (sin receta, claro): A menos que un médico te diga lo contrario, ¡manos fuera de esos medicamentos! Es como si quisieras apagar un incendio con gasolina. ¡No lo hagas!

Punto extra de mi experiencia personal (que es más aburrida que ver la pintura secar): El año pasado, después de una paella (que, por cierto, parecía una bomba de relojería) , acabé como un tomate. ¡De verdad! Rojo, y con la energía de una babosa.

• Descansé como un oso en hibernación.
• Bebí litros de agua. (Sí, litros, exagerando un poquito, pero casi).
• Solo comí caldo de pollo (el sabor, aburrido hasta para un monje budista).
• Pasé tres días malamente… ¡pero sobreviví!

Recuerda: Si la cosa se pone fea (vómitos intensos, fiebre alta…), ¡al médico, corriendo! No te hagas el valiente, esto no es una película de acción.

¿Cómo saber si tengo una intoxicación alimentaria?

Intoxicación alimentaria: el cuerpo grita.

• Estómago revuelto: Señal inequívoca.
• Vómito. El cuerpo expulsa.
• Diarrea. A veces, sangre.
• Dolor abdominal: Retortijones intensos.
• Fiebre. La defensa se activa.
• Cefalea. El cerebro alerta.

Ayer mismo, mi vecina Pilar… similar, acabó en urgencias. No subestimes.

¿Cuándo buscar ayuda?

• Sangre en heces o vómito.
• Deshidratación severa. Orina oscura, mareos.
• Fiebre alta persistente.
• Síntomas neurológicos. Visión borrosa, debilidad.

Confía en tu instinto.

¿Qué pasa si comemos alimentos en mal estado?

Intoxicación alimentaria: un asunto serio. Malos cálculos. Simplemente, te enfermas.

• Náuseas.
• Vómitos. A veces, violentos.
• Diarrea. Obvio.
• Fiebre. Un síntoma más.
• Deshidratación. El peor escenario. La muerte acecha.

La gravedad depende de varios factores. El tipo de bacteria. La cantidad ingerida. Tu estado inmunológico. Yo mismo lo he sufrido; un verano en la playa. Unos mejillones. Pesadilla. Nunca más.

Precaución. Refrigeración adecuada. Olor. Aspecto. Fecha de caducidad. No es un juego.

Consecuencias. Hospitalización, en casos graves. Secuelas a largo plazo. Depende. La vida es frágil.

Dato extra: En 2024, el Instituto Nacional de Salud reportó un aumento del 15% en casos de intoxicación alimentaria por pescado en mal estado, en mi ciudad. El verano es cruel.

Recuerda: La prevención es clave. La salud no es un lujo. Es un derecho. Pero la ignorancia te puede costar caro. Literalmente.

¿Cuáles son las principales enfermedades transmitidas por los alimentos?

A ver… enfermedades por comida… uhm.

• Botulismo: ¡Uy, qué miedo! ¿Eso no es por conservas caseras mal hechas? Mi abuela siempre decía… ¿dónde está esa receta?
• Gastroenteritis: ¡Ah, la clásica! Dolor de panza, vómito, la peor pesadilla post-tacos al pastor. ¿Será que el cilantro…?
• Listeriosis: Esta me suena a algo serio, ¿verdad? ¿Embarazadas, ancianos…? Tengo que googlear más.
• Salmonelosis: ¡Huevo crudo, cuidado! Mi primo se intoxicó así una vez. ¡Qué mal lo pasó!
• SUH: ¿Eso no era por la carne picada? ¡Qué rollo! ¡Y a mí que me encanta la carne!
• Triquinosis: ¡Cerdo! ¡Otro motivo para no comer cualquier cosa! ¿Pero de dónde viene eso exactamente?

Principales enfermedades transmitidas por alimentos: Botulismo. Gastroenteritis. Listeriosis. Salmonelosis. SUH. Triquinosis.

¿Por qué me preocupo tanto por esto ahora? Ah, sí, porque el otro día compré… Ya ni me acuerdo qué compré, pero mejor reviso la nevera. ¡Uf, qué pereza! Y hablando de pereza, ¿ya pagué la luz?