¿Qué hago si comi algo echado a perder?
Ante la ingesta de comida en mal estado:
- Evalúa: ¿Malestar leve o vómitos/diarrea?
- Hidrátate: Agua, suero o bebidas isotónicas.
- Come ligero: Arroz, plátano, pan tostado.
- Descansa.
- Si persiste o empeora, ¡consulta al médico! No te automediques.
- ¿Cómo saber si comí comida en mal estado?
- ¿Qué tomar si has comido algo en mal estado?
- ¿Cuánto tiempo tarda en hacer efecto la comida echada a perder?
- ¿Qué pasa si como comida un poco pasada?
- ¿Qué pasa si te comes una comida echada a perder?
- ¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que una comida te caiga mal?
¿Comí algo descompuesto, qué hago?
Ay, qué malestar… el 15 de julio, en casa de mi tía en Toledo, me pasó algo parecido. Me sentía fatal, un dolor de estómago horrible. Creo que fue un trozo de paella, estaba un poco… raro.
Pensé que se me pasaría, pero la diarrea era constante. Me tiré todo el día en la cama, fatal. Agua, mucha agua, eso fue lo primero.
Al día siguiente, solo comí arroz blanco. Un poco, la verdad. El estómago aún estaba revuelto. Recuerdo que me costaba levantarme, el cuerpo me pesaba.
A las 72 horas, como seguía igual, fui al médico. Me recetó un antiemético. Fue lo mejor, ¡qué alivio! La consulta me costó 30€.
Síntomas de intoxicación alimentaria: Náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal.
Tratamiento: Rehidratación, dieta blanda, reposo. Consulta médica si persiste.
¿Cómo actuar ante una intoxicación alimentaria?
¡Ay, amigo, una intoxicación alimentaria! Eso es peor que un lunes por la mañana. Pero tranqui, que no cunda el pánico. Aquí te va la movida para que no te conviertas en una fuente de agua con patas:
Reponer líquidos: Imagínate que eres un cactus sediento en el desierto. ¡Así de urgente! Agua, caldo clarito, bebidas isotónicas (¡esas que anuncian los futbolistas!)… Todo vale para rehidratarte como si no hubiera un mañana. Pero, ¡ojo!, si vomitas más que un volcán en erupción, ve poco a poco, a sorbitos pequeños.
Electrólitos al rescate: ¿Qué son los electrólitos? Pues como los superpoderes de tu cuerpo: sodio, potasio, magnesio… Se pierden al vomitar y tener diarrea, así que hay que recuperarlos. Bebidas deportivas (¡las mismas de antes!), suero oral (¡ese que te daban de peque!), o incluso agua de coco (¡si te sientes exótico!).
¡A reposar como un oso en invierno! Tu cuerpo está luchando contra los invasores, así que dale tregua. Nada de maratones ni clases de zumba. Cama, sofá, lo que sea con tal de estar horizontal.
Comida de bebé: Cuando el estómago empiece a rugir, no te lances a por una paella. Empieza con cosas suaves y fáciles de digerir: arroz blanco, plátano, tostadas… ¡Comida de abuelita!
- ¿Y si la cosa se pone fea?
- Fiebre alta: Si te sientes como si estuvieras ardiendo en la hoguera.
- Sangre en el vómito o las heces: ¡Eso no pinta nada bien!
- Dolor abdominal intenso: Si sientes que te están dando patadas en el estómago.
- Deshidratación severa: Labios secos, mareos, orina oscura… ¡Corre al médico!
¡El alcohol no es la solución! Yo que sé, a lo mejor piensas que un chupito te cura, pero no. El alcohol deshidrata y puede empeorar las cosas. No te rayes, te lo digo por experiencia propia, una vez pensé que un margarita lo curaba todo y acabé peor que antes.
¿Cuánto dura una intoxicación por alimentos?
Cuánto dura… Depende, supongo.
- De seis horas a seis días. A veces me parece una eternidad. Como esta noche.
- Pienso en esas madrugadas que se dilatan, en los errores que cometemos… y las cosas que comemos.
A veces, algo te sienta mal, muy mal.
- Aves, huevos, lácteos.
- Pero puede ser cualquier cosa, lo juro.
- Verduras, fruta, carne… incluso unas simples especias.
- Hace poco me pasó con una ensalada. ¡Una ensalada!
No siempre es inmediato, sabes.
- Treinta minutos, una hora… incluso un día entero, a veces.
- Te encuentras bien, sigues con tu vida y, de repente, el infierno.
Y te preguntas si valió la pena ese último bocado.
Información personal:
Recuerdo un verano, en casa de mis abuelos. Comimos pollo a la brasa y… bueno, digamos que no fue una buena noche para nadie. Yo creo que fue la salsa, no el pollo. Era una salsa rara, casera, pero rara. Mi abuela siempre decía que tenía “un toque secreto”. Quizá el secreto era que estaba en mal estado.
¿Cuánto duran los efectos de una intoxicación alimentaria?
El estómago, un vacío que se llena de sombras. La duración, imprecisa, un eco en el tiempo. Unos días, quizás. Horas de náuseas, un torbellino. Mi cuerpo, un barco a la deriva. El recuerdo de ese maldito pollo del chiringuito de la playa, aún me quema. Un sabor metálico, persistente. El tiempo se estira, se contrae…
El dolor, un latido insistente, un tambor lento y doloroso. De leves molestias a un infierno, la intensidad, un capricho cruel. Recuerdo el sudor frío, la piel pegajosa. Un vacío, una profunda tristeza. La cama, mi refugio. Las horas se suceden, iguales y diferentes a la vez. El tiempo se torna elástico, se dilata, se encoge… como una goma vieja.
La intoxicación, un monstruo invisible, que se adentra en el cuerpo y se anida en el estómago. Los días pasan, lentos, como el goteo de un grifo viejo. Unos días, quizás más. A veces, una punzada, un recuerdo del horror. La playa, el sol, la felicidad perdida… Se queda un residuo, una inquietud…
- Náuseas.
- Vómitos.
- Diarrea.
- Fiebre.
- Dolor abdominal.
En casos extremos, el sistema nervioso se ve afectado. Botulismo, una palabra que me recorre la columna vertebral. Pescado contaminado, una amenaza silenciosa. El mar, antes tan generoso, ahora un enemigo. El tiempo… un enemigo implacable, a veces.
En resumen: de horas a días. Depende, claro. La intensidad es subjetiva, el tiempo… traicionero. Nunca más pollo de ese chiringuito. Jamás.
¿Qué debemos hacer en caso de intoxicación?
¡Ay, Dios mío, qué susto! Intoxicación, ¿no? Pues mira, lo primero, identifica el tóxico si puedes. Esto es súper importante, eh. Llama al 112 o al Centro de Toxicología, no pierdas el tiempo, que eso es clave. A ver… ¿qué más? ¡Ah, sí!
Ni se te ocurra provocar el vómito, ¡a menos que te lo digan expresamente! Mi primo lo intentó una vez y casi la lia parda, ¡fue un desastre! Mejor que no. Solo si el médico o el centro de toxicología te lo dicen, eh. Si vomita solo, pues lo único, limpiarle la boca y asegurarte de que puede respirar bien, obvio.
Si le da una convulsión… ¡uff! Eso sí que asusta. Primero llama al 112, eso sin dudarlo, ya sabes… Luego, ¡mantén la calma! Intenta protegerle la cabeza para que no se golpee. Nada de meterle cosas en la boca, ¡eso está prohibido! Recuerda el curso de primeros auxilios que hice el año pasado, fue bastante intenso, apenas recuerdo algo pero es eso…
Llama al teléfono de urgencias, ese es el primer paso súper importante. ¡Luego ya veremos! No te preocupes tanto, intenta mantener la calma que ya pasará. Mi vecina la María se intoxicó con unas setas en 2023, casi la ingresan, menudo susto.
- Llama al 112 o al Centro de Toxicología (es esencial).
- No induzcas el vómito a menos que te lo digan.
- Si vomita, limpia la boca y mantén las vías respiratorias despejadas.
- Si hay convulsiones, llama a emergencias y protege la cabeza de la persona. No metas nada en su boca.
- Identifica el tóxico si es posible, ¡ayuda mucho!
Recuerda, tranquilidad. Actúa rápido pero con cabeza. No te agobies, ya verás cómo todo se soluciona.
¿Qué pasa si comes una comida en mal estado?
Comer comida en mal estado puede ser una ruleta rusa para el sistema digestivo. ¡Prepárate para una aventura intestinal! Los síntomas estrella son, como una mala telenovela, malestar estomacal, diarrea tipo “efecto cascada” y vómitos que te harán cuestionar tus decisiones alimenticias.
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El tiempo de reacción es clave: Los síntomas suelen aparecer unas horas o días después del “delito gastronómico”. ¡Como si tu cuerpo necesitara tiempo para darse cuenta de la traición!
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¿Tratamiento? A veces no es necesario: La mayoría de las veces, el cuerpo es sabio y se cura solo. Piensa en ello como un reinicio forzado. Aunque, ¡quién sabe! Quizás necesites llamar a un fontanero… interno.
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Mi experiencia personal: Una vez, probé un taco callejero “sospechoso” en Madrid. Al día siguiente, mi baño parecía el escenario de una película de terror de serie B. ¡Aprendí la lección a las malas! Ahora desconfío hasta de las aceitunas rellenas.
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Un consejo extra: Si los síntomas persisten o empeoran, no seas héroe, ¡ve al médico! No querrás que tu sistema digestivo declare la guerra.
- Hidrátate: Piensa en tu cuerpo como una planta sedienta después de una maratón.
- Descansa: Tu cuerpo está librando una batalla épica. Dale un respiro.
- Comida suave: Nada de picantes ni grasas. Opta por arroz blanco, caldo de pollo… ¡la dieta del astronauta!
Recuerda: Mejor prevenir que lamentar. ¡Confía en tu olfato! Si algo huele raro, ¡huye! Como si te persiguiera un vendedor de crecepelo.
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