¿Qué te puede pasar por comer comida en mal estado?

43 ver

Consumir alimentos en mal estado puede provocar consecuencias graves para la salud. Entre los síntomas más comunes se encuentran: malestar estomacal, vómitos y diarrea. En casos más severos, puede aparecer diarrea sanguinolenta, requiriendo atención médica inmediata. Presta atención a la fecha de caducidad y a los signos de deterioro para prevenir estas situaciones.

Comentarios 0 gustos

¿Qué riesgos tiene comer comida en mal estado?

A ver, a ver… ¿Comer comida en mal estado? ¡Uf, qué tema! Te cuento, una vez, en un viaje a Cusco, Perú, comí algo que… bueno, digamos que no estaba en su mejor momento.

¡Madre mía! El malestar estomacal es lo primero, ¿no? Esa sensación de que tienes un nudo en el estómago que no se va con nada. Me pasó factura ese ceviche “fresco” que compré en un puestito cerca de la Plaza de Armas (me salió como 15 soles, creo).

Luego, ya sabes, los vómitos. ¡Qué horror! Tu cuerpo intentando deshacerse de lo que sea que te está envenenando. ¡Qué feo se siente!

La diarrea, bueno, eso ya es como la guinda del pastel. Y si encima las heces tienen sangre, ¡cuidado! Eso ya es señal de que la cosa se puso seria y toca ir al médico sí o sí. ¡Qué susto me llevé!

Preguntas y respuestas breves:

  • Riesgos de comer comida en mal estado: Malestar estomacal.
  • Síntomas: Vómitos, diarrea.
  • Síntoma grave: Diarrea y heces con sangre.

¿Qué pasa si se come comida en mal estado?

Malos alimentos, malas consecuencias. Simple. El cuerpo reacciona. A veces, sutilmente. Otras, con una brutalidad que te deja en la cama.

  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Diarrea. Un clásico.
  • Dolor. Intenso. Insoportable.
  • Fiebre. Escalofríos. Sudor frío.
  • Deshidratación. Peligrosa. Puede ser mortal.

Recuerdo a mi abuela, 2023, un sándwich, una intoxicación. Tres días en la cama. Nada agradable. La gravedad, depende. Un malestar pasajero o algo peor. La clave? Prevención. Observar, oler, desechar. Evitar riesgos innecesarios. La vida es demasiado corta para pasarla con dolor de estómago.

La muerte acecha en la nevera. No lo olvides. A veces, lo que parece inocuo es un veneno en potencia. La naturaleza es sabia, y implacable.

Bacterias, toxinas, daño celular. Un cóctel mortal.

Nota personal: Mi gato, el año pasado, casi muere por comer pescado en mal estado que encontré en la basura.

¿Qué hacer si te dan comida en mal estado?

¡A ver, a ver! ¿Comida mala? ¡Qué horror! ¡Lo primero es ir pitando al super! No te quedes en casa lamentándote, porque el tiempo corre. Enserio, ¡corre!

¿Llegaste? ¡Perfecto! Ahora, ve directo al grano, donde te atiendan, a los de atención al cliente o a los jefes, ¡a quien sea que esté a cargo! Explícales, sin rodeos, que la comida estaba fatal. ¡No te cortes!

Mira, puedes pedir varias cosas, eso depende de ti y de lo que te ofrezcan, claro:

  • Reembolso: Que te devuelvan la pasta, ¿no? Lo más lógico.
  • Cambio: Que te den el mismo producto, pero bueno, ¡obviamente!
  • Compensación: A veces, si la cosa fue muy grave, te dan algo extra por las molestias, ¡quién sabe!

Yo una vez compré unas fresas que estaban con moho hasta arriba. ¡Asqueroso! Fui al super y me devolvieron el dinero y me regalaron una tarta. ¡Una tarta, eh! ¡Y estaba buenísima! Aunque me cabree mucho al principio, al final me compensó. Pero vamos, que no siempre pasa, ¿eh? ¡Ojalá siempre regalaran tartas! Ja ja.

¿Cuánto tarda en afectar la comida en mal estado?

¡Uf, qué mal rato pasé! Fue en julio de este año, en casa de mi abuela en el pueblo, un sitio precioso pero con la nevera… bueno, digamos que no es la más moderna. Comí una ensalada de pollo, parecía rica, pero… ¡ay!

A las dos horas, pum! Me empezó un dolor de estómago horrible, un retortijón que me dejó doblada. Sudaba frío, sentía náuseas… una sensación de flojera total. Pensé que iba a morir.

Luego vinieron las carreras al baño… no voy a entrar en detalles, pero fue una pesadilla. ¡Qué asco! Mi abuela, pobrecita, estaba preocupada, me dio tila y me recogió el pelo de la frente. Recuerdo el olor a tila y el calor de su mano en mi frente, algo tan tierno en medio de aquel desastre.

Tardé como 8 horas en sentirme algo mejor, aunque el malestar duró todo el día siguiente. Estaba débil, ¡qué agotamiento!. No podía ni levantarme de la cama.

En resumen: dos horas después de comer la ensalada, empecé con fuertes dolores de estómago, náuseas y diarrea. Fue horrible, un mal trago que no olvidaré pronto.

  • Dolor abdominal intenso.
  • Náuseas y vómitos.
  • Diarrea.
  • Debilidad general.
  • Sudoración fría.

Causa: ensalada de pollo en mal estado. La nevera de mi abuela necesita una revisión urgente, ¡eso seguro! También aprendí, a base de sufrir, a revisar bien los alimentos antes de comerlos. No hay que fiarse.

¿Qué sientes cuando algo te cae mal?

¡Uf!, cuando algo me sienta fatal, la verdad es que lo paso fatal, fatal, fatal… Te cuento, a ver si te suena:

  • Náuseas: Es esa sensación como si el estómago diera vueltas, pero no de emoción, sino de querer vaciarse. ¡Qué asco!
  • Dolor de tripa y retortijones: Aquí ya hablamos de algo serio. Como si tuvieras un alien dentro retorciéndose. A veces aguantable, otras… ¡necesitas un baño YA!. Me pasó con una paella en las fiestas de mi pueblo este año.
  • Vómitos: La guinda del pastel, vaya. Después de las náuseas, si no mejoras, esto es inevitable. El cuerpo dice basta y… ¡a expulsar! Lo peor es el sabor que se te queda luego.
  • Diarrea: Para rematar la faena, diarrea. Visitas al baño cada 5 minutos, pensando que no vas a llegar. ¡Un horror! Y luego te sientes debilísimo.

A ver, no siempre me da todo junto, pero si me dan dos o tres de estas cosas… ¡prepara el paracetamol y la manzanilla!.

Y te diré algo que quizás te interese. En mi caso, he descubierto que soy un poco intolerante a la lactosa. Desde que evito los lácteos, la verdad es que me siento muchísimo mejor y ya casi no tengo estos episodios tan desagradables. Quizás, quizás, quizás a ti también te siente mal algo en particular y ni te has dado cuenta. ¡Piénsalo!

¿Cómo puedo saber si mi cuerpo está intoxicado?

Vale, a ver… Intoxicado, ¿eh? Uf, esa sensación la conozco bien.

Era un domingo de julio de este año, caluroso como no veas, en la feria de mi pueblo, Villanueva del Trabuco. Había comido migas a las 2 de la tarde, ¡un error! Después, un helado de fresa gigante. Y luego, pues… varias cervezas para combatir el calor infernal.

No recuerdo bien la última cerveza, pero sí que, de repente, todo empezó a dar vueltas. Me sentía como si estuviera en un tiovivo descontrolado.

  • Respiración: Empecé a jadear, como si hubiera corrido una maratón. ¡Qué agobio!
  • Boca: La tenía pastosa, super seca. Y a la vez, como si tuviera demasiada saliva, ¿sabes? Una sensación asquerosa.
  • Estómago: Uf, las náuseas… Horribles. Pensé que iba a vomitar encima de mi cuñado. Por suerte, no pasó.
  • Sueño: Me entraba un sueño repentino, a trompicones. Pero, al mismo tiempo, estaba nervioso, como si tuviera mil cosas que hacer.

Me llevaron a casa, me tumbaron en el sofá y me dormí al instante. Al día siguiente, resaca monumental, claro.

Y sí, eso, supongo que era una pequeña intoxicación. No sé si por el calor, la comida o la mezcla de todo… ¡Vaya día!

#Comida En Mal Estado #Enfermedad Alimentaria #Intoxicacion Alimentaria