¿Cómo se puede evitar que los microorganismos patógenos entren al organismo a través de la piel?
Mantén tu piel sana y libre de infecciones.
Lava con agua y jabón cualquier corte o rasguño.
Cubre las heridas con una venda estéril.
Una piel limpia e intacta es tu mejor defensa.
¿Evitar microbios en la piel?
Uf, la piel y los microbios, tema complejo. Recuerdo una vez, en julio de 2021, estaba en la playa de Bolonia, Cádiz. Me hice un corte con una concha, parecía insignificante. No le di mucha importancia, total, el agua salada “desinfecta”… Craso error.
Terminé con una infección tremenda. Tuve que ir a la farmacia, gasté como 15 euros en pomadas y antibióticos. Aprendí la lección a la fuerza. Ahora, cualquier arañazo, por pequeño que sea, lo lavo con agua y jabón.
Incluso a veces utilizo un poco de antiséptico, aunque me reseca la piel. Mejor prevenir que curar, ¿no? Después, una tirita y listo. No quiero repetir esa experiencia de Bolonia. Me dolió bastante y me fastidió las vacaciones.
¿Cómo evitar infecciones en la piel?
Lavar cortes con agua y jabón. Cubrir con venda estéril.
¿Cómo eliminar los microorganismos de nuestro cuerpo?
Buf, vaya preguntita. Lavarse las manos, sí, obvio. Pero es que a mí me da una grima… En el metro el otro día, un tipo tosiendo sin taparse, ¡qué asco! Y luego agarrado a la barra. Yo con mi gel antibacterial a tope. El olor a hospital me persigue, pero prefiero eso a los bichos. Jabón, importante. El de coco me deja las manos suaves. Me acuerdo de pequeña, en casa de mi abuela en Toledo, el jabón olía a limón. Y ella siempre decía: “lávate bien, con agua fría, que el calor no mata los gérmenes”. Mentira cochina. Agua caliente, siempre.
Me obsesiona. Llevo toallitas en el bolso, en la mochila, hasta en el coche. Y en la guantera, un bote enorme de gel. Manías. Mi novio se ríe de mí. Dice que soy una maniática. Pero él es un guarro. Lo vi el otro día, salió del baño y ¡ni se lavó las manos! Le di un sermón. “Anda, que te va a dar algo”, me dijo. Y yo: “No a mí, a los demás”. Que luego va tocando todo. El móvil, las llaves… ¡puaj! Desinfectar superficies, también fundamental. Sobre todo el móvil, que es un nido de porquería. Lo limpio cada dos por tres con alcohol.
- Lavarse las manos: Agua caliente y jabón.
- Gel antibacterial: Para cuando no hay agua y jabón.
- Desinfectar: Móvil, llaves, superficies.
Sobre todo, insistir con el lavado de manos. Después del baño, antes de comer, después de tocar al perro… Mi perro, Roky, un labrador enorme, babea que da gusto. Un amor, pero baboso. Así que, otra vez, ¡a lavarse las manos! Y el móvil, siempre el móvil.
¿Cómo se pueden eliminar los microorganismos del cuerpo?
Para reducir la carga de microorganismos en el cuerpo, se pueden emplear estrategias que potencien las defensas naturales y minimicen la exposición. El uso de jabones con pH neutro es fundamental, ya que respetan la integridad del manto ácido de la piel, una barrera natural contra patógenos.
- Barreras Físicas: Las mucosas, presentes en boca, nariz y ojos, secretan fluidos (moco, lágrimas) que “atrapan” y eliminan microbios. Imaginen que son como porteros diligentes en una discoteca, impidiendo el paso a indeseables.
- Higiene: Lavado de manos frecuente, especialmente antes de comer o tocarse la cara. Simple, pero efectivo. ¿Acaso subestimamos el poder de la limpieza?
- Sistema Inmunitario: Una alimentación equilibrada y un descanso adecuado fortalecen las defensas internas, permitiendo al cuerpo combatir eficazmente las invasiones microbianas. Si el sistema inmune fuese un ejército, estos serían sus entrenamientos y suministros.
- Probióticos: Suplementos o alimentos que contienen bacterias beneficiosas que compiten con las dañinas en el intestino, reforzando la microbiota intestinal. Pensándolo bien, es como contratar guardaespaldas para la flora intestinal.
Si bien es imposible eliminar todos los microorganismos (y tampoco sería deseable, ya que muchos son esenciales), estas medidas contribuyen a mantener un equilibrio saludable. Hay una frase que siempre me viene a la cabeza: “la salud no lo es todo, pero sin ella, todo lo demás es nada”. Y la prevención es clave.
Consideraciones adicionales:
- Antibióticos: Únicamente bajo prescripción médica, ya que su uso indiscriminado puede generar resistencias bacterianas. ¡Cuidado con las armas de destrucción masiva!
- Desinfección: En entornos específicos (hospitales, laboratorios), se emplean desinfectantes para reducir la carga microbiana en superficies. Aunque, como alguien que ha trabajado en un laboratorio, puedo decir que a veces hasta los protocolos más estrictos fallan.
Recuerda: la higiene, un sistema inmunitario fuerte y un estilo de vida saludable son las mejores armas contra los microorganismos. Y, a veces, un poco de filosofía para afrontar la inevitable presencia de estos seres diminutos.
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