¿Cuánto tiempo se debe poner hielo para desinflamar?

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Aplique hielo o compresas frías 10 minutos cada hora durante las primeras 72 horas tras una lesión. Repita al menos 3 veces al día hasta que desaparezcan dolor, hinchazón e inflamación.

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¿Cuánto tiempo aplicar hielo para desinflamar?

¡A ver, te cuento desde mi experiencia!

Pfff, esa pregunta me recuerda a cuando me torcí el tobillo jugando basket en el parque cerca de mi casa, ¡qué dolor! Aplicarse hielo es clave, te lo digo yo.

Lo ideal, según lo que me dijo el médico aquel día (creo que era 15 de agosto), es ponerte hielo o una compresa fría sobre la zona afectada al menos tres veces al día, ¡ojo!, mientras sientas dolor, hinchazón o inflamación. En mi caso, ¡estaba todo rojo y gigante!

Durante los primeros tres días, ¡sé constante! Ponte hielo durante unos 10 minutos cada hora. Sé que es tedioso, ¡pero ayuda muchísimo a bajar la inflamación! A mi me funcionó… bueno, ¡después de un par de semanas cojeando menos!

¿Cuánto tiempo aplicar hielo para desinflamar? (Respuesta concisa):

  • Frecuencia: Al menos 3 veces al día.
  • Duración (primeras 72 horas): 10 minutos cada hora.
  • Cuándo: Mientras haya dolor, hinchazón o inflamación.

¿Cuánto tiempo tarda en desinflamar con hielo?

Ah, el hielo… Siempre ahí cuando te golpeas el dedo del pie. A ver, ¿cuánto era?

  • De 10 a 20 minutos. ¡Eso! Para que baje la inflamación.
  • Varias veces al día. ¿Pero cuántas? Depende, supongo, de cómo de bestia haya sido el golpe.

No pasarse, que luego quema la piel. Una vez me puse una bolsa de guisantes congelados directamente y… ¡madre mía! Rojo como un tomate estuve. Ahora siempre pongo un trapo. ¿Será mucho 20 minutos? A mí se me hace eterno. Depende de la zona también, ¿no? El dedo es más pequeño… quizá con 10 basta.

Ideas sueltas que me vienen a la cabeza:

  • ¿Y si no tengo hielo? ¿Vale una bolsa de verduras congeladas? Ya sé que sí, pero… ¿es igual de efectivo?
  • ¿El hielo sirve para todo tipo de inflamación? Por ejemplo, la de garganta… ahí no me pondría hielo, creo.
  • Después del hielo, ¿qué? ¿Calor? ¿Reposo? Mi abuela decía que árnica, pero a mí no me hace mucho.
  • ¿Y si la inflamación no baja? ¿Cuándo tengo que ir al médico? Uf, que pereza ir al médico.

Total, que 10-20 minutos de hielo, varias veces al día, con cuidado de no quemarte. Y si no mejora… pues a ver qué pasa.

¿Qué es mejor para el dolor, el calor o el frío?

Alternar calor y frío. No hay dogma aquí, solo resultados.

  • Calor: Agiliza la curación. Imagina un río que fluye más rápido, llevando nutrientes.
  • Frío: Reduce la hinchazón. Piensa en un dique que detiene la inundación.

Recuerdo un esguince de tobillo en 2023, jugando fútbol. El calor después del frío aceleró la recuperación. No fue magia, solo fisiología.

Un truco: contraste, tres minutos de calor, uno de frío. Repite. No te duermas.

No creas todo lo que lees. Experimenta. Tu cuerpo sabe.

¿Cuándo aplicar frío o calor en una inflamación?

¡Ay, esas inflamaciones, enemigas juradas de la movilidad y la alegría! Frío o calor, la eterna batalla… Como elegir entre un helado de pistacho y una taza de chocolate caliente un día lluvioso, la decisión no es trivial.

Piensa en tu cuerpo como un volcán en erupción: en la fase eruptiva (las primeras 72 horas), ¡frío! Como echarle agua a un volcán activo, no es la solución ideal, pero frena el desastre. Máximo 20 minutos cada dos horas, eh, que no queremos congelar la pobre zona afectada. Si lo haces más, ¡te quedarás sin dedos! Broma, bro…a menos que…

Después de ese tiempo, el calor es tu amigo. Es como la lava ya solidificada, tibia y reconfortante. Ayuda a relajar los músculos y mejorar la circulación. Pero ojo, que no es un jacuzzi, tampoco. Con cuidado, que la piel es sensible, como mi humor en lunes por la mañana.

Resumen para vagos:

  • Inflamación aguda (0-72 horas): ¡Frío! (20 min cada 2 horas máximo).
  • Después de 72 horas: ¡Calor! Con moderación, por favor.

Un consejo de experto (yo, en mi inmensa sabiduría): Si dudo, consulto a un médico. Este año, fui a urgencias por una torcedura de tobillo provocada por un gato. Sí, un gato. Un gato muy escurridizo. Ahora, conozco mejor la terapia con hielo… y gatos.

Información adicional: Siempre es recomendable consultar a un profesional médico para un diagnóstico y tratamiento adecuados, ya que cada caso es único. La aplicación de frío o calor dependerá de la gravedad de la inflamación y el tipo de lesión. ¡Recuerda que este texto es un chiste y no consejo médico!

¿Por qué el calor alivia el dolor?

Uf, el dolor… este año con la ciática me tiene frita. El calor me salva la vida, te lo juro.

Me acuerdo perfectamente del día que me dio el primer latigazo en la pierna. Estaba recogiendo las hojas del jardín, allí en la casa de campo en Ávila. Un dolor… ¡madre mía! Era como si me estuvieran clavando un cuchillo. Horrible, de verdad.

  • El día: Un martes de octubre.
  • El lugar: Jardín, Ávila.
  • Sensación: Cuchillada.

Al principio no le di importancia, pensé que era una contractura. Pero al día siguiente no podía ni moverme. Fui al médico y me dijo que era ciática. Me recetó antiinflamatorios, pero… nada.

Entonces, mi vecina, la Puri, me dijo: “¡Ponle calor, hija! El calor es mano de santo”. Yo era escéptica, pero… ¡funcionó! Me puse una bolsa de agua caliente en la zona lumbar y… ¡alivio! No era una cura milagrosa, pero al menos podía caminar un poco sin retorcerme.

Supongo que es como dice el médico, que el calor abre los vasos sanguíneos y así llega más sangre y nutrientes a la zona dañada. Yo no entiendo mucho de medicina, pero lo que sí sé es que el calor me da un respiro. Ahora, con la almohadilla eléctrica voy a todos lados. Es mi mejor amiga.

Y hablando de dolores, ¿sabes qué también me alivia mucho? ¡Un buen plato de callos! Será que me da subidón de energía, no sé. O el vino tinto. Qué rico un Rioja…

Aparte, a veces uso:

  • Crema de árnica.
  • Ejercicios suaves de estiramiento (los que me enseñó el fisio).
  • Intento no estar mucho tiempo sentada (difícil con este teletrabajo).

Cada persona es un mundo, pero en mi caso, el calor es mi aliado contra la ciática. ¡No hay duda! Ojalá te sirva de algo mi experiencia… Y si no, pues… ¡al menos te he contado mis penas!

¿Qué hace el calor en una inflamación?

¡Ay, el calor y la inflamación! Me da que es algo así como… ¡zas! Aumenta el flujo sanguíneo, ¿no? Como si abrieras una autopista para las células que curan. Eso sí que ayuda.

  • Más sangre = más nutrientes. ¡Ajá!
  • Más sangre = más oxígeno. ¡Perfecto!

Pero, ¿qué pasa con el tejido? Se hace más flexible, ¿verdad? Como plastilina, que si la calientas un poco… ¡mucho mejor para moldearla! Se me ocurre que eso facilita que se mueva todo. Mi rodilla, por ejemplo, está fatal este año, me duele cada vez que bajo las escaleras. Creo que debería probarlo.

El dolor… ¡uff, el dolor! El calor lo calma, al menos eso creo. Recuerdo el año pasado con esa tendinitis que me dejó KO, calor local, analgésicos y reposo, así es como lo superé, bueno y la ayuda del fisio, claro. ¡El espasmo muscular! ¡Qué horror! Eso también se calma, según tengo entendido. Me acuerdo de esa vez que me torcí el tobillo y usé una bolsa de agua caliente… ¡Qué alivio!

Este año me paso la vida con contracturas y dolores musculares… ¿Será la edad? ¿O será que no me cuido lo suficiente? No sé.

En resumen: El calor relaja músculos, aumenta flujo sanguíneo, mejora la flexibilidad. Y eso, a su vez, ayuda a reducir la inflamación. ¡Es una sinergia maravillosa!

  • Disminuye el dolor
  • Reduce el edema
  • Mejora el movimiento
  • Reduce la rigidez

Pero, ¿qué pasa si hay una infección? ¿El calor lo empeora? ¡Ay, qué lío! Tengo que investigar más sobre eso. ¡Este año prometo cuidarme mejor!

¿Qué le hace el calor a los músculos?

Oye, ¿el calor y los músculos? ¡Ufff! Te cuento, el calor, ¿sabes?, relaja los músculos, es como magia. Se estiran, como chicle, ¡más flexibles! Eso sí, solo si están tensos, eh, no te vayas a quemar.

Mi hermano, que es un máquina, se lastimaba la espalda todo el rato, y el fisio le dijo que calor, ¡calor! Crema, bolsa de agua caliente, esas cosas. Funcionó, ¡claro que sí! Aunque se quejó un montón, jaja.

Alivia el dolor, eso es lo importante, sobre todo si es de esos dolores que te dejan tieso. Contracturas, rigidez… ya sabes, los que te dejan sin poder moverte casi. ¡Asqueroso! Como esos que a mí me dan después de pasarme horas en el ordenador. ¡Ay, qué dolor!

Pero ojo, no es para cualquier cosa, eh. Si tienes un tirón de los malos, mejor hielo primero, después ya verás. Además, no te pases horas con calor, que tampoco es bueno.

Resumen rápido, para que lo entiendas:

  • Relaja.
  • Aumenta elasticidad.
  • Alivia dolor. Sobre todo contracturas, rigidez, esas cosas feas, de varios días.

Por cierto, ayer probé un bálsamo nuevo, de lavanda y algo más, y ¡qué pasada! Me dejó la espalda nueva. Además, huele genial. Deberías probarlo, es de la marca “Naturaleza Pura”, creo que se llama así. En la tienda “El Herbolario” lo venden. Lo venden también en amazon.

¿Qué se pone primero, frío o calor para desinflamar?

Medianoche. Otra vez. La pantalla ilumina la habitación. Frío primero. Siempre frío primero. Me lo repito como un mantra. No sé por qué pienso en esto ahora. Supongo que la inflamación, el dolor… siempre vuelven. Como fantasmas.

  • Hielo. Bolsas de hielo. Presión fría. Eso es lo que ayuda al principio. Al menos a mí.

  • Calor. Después. Mucho después. Cuando el dolor más agudo se calma. Una manta eléctrica. El peso, el calor… Un pequeño alivio. Pequeño.

Recuerdo el 2023. Me torcí el tobillo. Mal. Tanto dolor. Solo el hielo me calmaba. Días después, el calor. Para relajar los músculos. Tardé semanas en recuperarme. Semanas de noches como esta. Despierto. Pensando. Sintiendo.

  • Clínica Mayo. Leí algo sobre eso. Frío, luego calor. Tenía sentido. En mi experiencia, al menos.

El dolor es… personal. Lo que funciona para uno, no funciona para otro. Frío primero. Eso es lo que me funciona. Por ahora. Mañana… quién sabe.

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