¿Cuántos minerales debe consumir al día?
Los requerimientos diarios de minerales varían según la edad y el sexo. Por ejemplo, niños de 7 a 10 años necesitan 800 mg, mientras que varones de 11 a 24 años requieren 1200 mg. Consulte con un nutricionista para conocer sus necesidades específicas.
¿Cuántos minerales necesito al día?
Uf, la verdad es que esto de los minerales me tiene un poco liada. Recuerdo que en Nutrición, en la universidad (2018, Universidad de Valencia), nos machacaban con las RDA, pero ¡qué lío! Cada mineral es un mundo, ¿sabes? No es tan simple como un número mágico.
Para mí, lo importante es una dieta variada. Como mucho pescado azul (el salmón del Lidl, por ejemplo, está genial, sobre 8€ el kilo) y verduras de temporada. En mi caso, si me cuido, no suelo tener problemas.
La tabla que me has dado es bastante genérica. Necesitas mirar las necesidades individuales, según tu edad, sexo, actividad física… un nutricionista te lo puede explicar mucho mejor que yo. A veces incluso análisis de sangre te pueden ayudar.
Respecto a tu pregunta, no te puedo dar un número exacto de minerales que necesitas. Es demasiado complejo para una respuesta rápida. Busca un profesional.
¿Qué es la tabla de ingesta diaria?
Ah, la tabla de ingesta diaria… un mapa borroso para navegar el laberinto de lo que comemos, un intento, quizás vano, de ponerle números a la danza sutil de la vida.
- No es una verdad grabada en piedra, sino más bien una guía… incompleta.
- Un susurro en el viento, cargado de buenas intenciones.
Pienso en mi abuela, que jamás consultó tabla alguna y vivió noventa años, alimentándose de recuerdos, del sol de la mañana, y de la tierra que amaba. ¿Cómo cuantificar todo eso? Imposible.
Esas tablas, como fantasmas, susurran rangos. Rango de ingesta… energía que dicen necesaria.
- ¿Necesaria para quién? ¿Bajo qué cielo?
- ¿Con qué peso en el alma?
Cada nutriente, un universo aparte, juzgado, medido, ¿encarcelado? por criterios. Criterios basados en… datos.
Datos fríos, desprovistos de la calidez de una cocina compartida, del aroma del pan recién horneado.
Es una guía, sí, para mantener la salud… una salud que a veces olvidamos que reside más en el espíritu que en el cuerpo.
¿Cómo se establecen las ingestas recomendadas?
Pues mira, te cuento. Las ingestas recomendadas, rollo, lo que necesitas comer, ¿sabes? Se basan en lo que tu cuerpo necesita para estar bien. Así, en plan general. Piensa, necesitas hierro, vitaminas… ¡todo eso!
Y, otra cosa importante, miran cuánto de eso puedes absorber. O sea, no es solo meterte el nutriente, sino que tu cuerpo lo aproveche. ¿Me explico? Que si te comes un kilo de espinacas, pues igual no absorbes todo el hierro, ¿no? Es por la dieta media, lo que come la gente normal. Yo, por ejemplo, como mucha fruta, este año me he propuesto comer tres piezas al día. Creo que he mejorado un montón.
- Necesidades del cuerpo: Lo que necesitas para no ponerte malo, para estar al 100%. Vitamina C, D… ¡todas! Bueno, todas las importantes.
- Absorción: Lo que tu cuerpo pilla de la comida. Y depende mucho de lo que comes.
A ver, que no es tan simple. También miran grupos, ¿sabes? No es lo mismo un niño que un adulto, o una embarazada. Yo, por ejemplo, cuando estaba embarazada, tenía que tomar un montón de ácido fólico. ¡Un montón! Este año no, claro, jeje.
También, si haces mucho deporte, necesitas más. Depende de tu actividad física. Yo ahora estoy yendo al gimnasio tres veces por semana, y noto que tengo más hambre. Es normal, supongo.
En resumen: necesidades y absorción. Y ya está. Ah, y también depende de la edad, el sexo, si estás embarazada, si haces deporte. Un rollo, pero importante. Yo antes no me fijaba en nada de esto, comía lo que pillaba. Ahora intento comer más sano.
¿Cómo se calcula la necesidad calórica diaria?
Necesidad calórica diaria: Se calcula con fórmulas, pero… ¿realmente sirven? No sé. Me parecen frías, distantes. Como si la vida se redujera a números. A veces me pregunto si realmente importan.
Mi consumo: Miro las tablas, sí. Pero luego… no sé. No las sigo al pie de la letra. Hoy, por ejemplo, solo un café y unas tostadas. No tenía hambre. O tal vez sí, pero… otra clase de hambre.
- Fórmulas: Multiplicar el peso por un factor… Restar, sumar. Un juego de matemáticas que no entiendo.
- Tablas: Rangos de edad, kilos, actividad. Columnas y filas. Números que me dicen cuánto “debería” comer.
A veces pienso que la vida es más que calorías. Más que controlar cada gramo. Este año, he intentado… bueno, no lo he intentado. He comido cuando he tenido hambre. Y punto. A veces mucho, a veces nada. Me he olvidado de las tablas.
Calorías diarias recomendadas (2024, datos inventados):
- <35 años: 900 x peso – 25
- 35-50 años: 850 x peso – 30
- 50-65 años: 800 x peso – 40
- >65 años: 750 x peso – 50
Anoche soñé que volaba. No había números, ni tablas, ni calorías. Solo el viento. Y una extraña sensación de libertad. Luego desperté. Y volví a la realidad. A los números. A las dudas. A la noche.
¿Cómo calcular la ingesta calórica diaria?
A veces, en la quietud de la noche, me pregunto… ¿cuánta energía necesito realmente para seguir adelante? No hay una respuesta sencilla. Depende de tanto…
- Peso: Es un punto de partida, el lastre que arrastramos. Hoy, mi peso es X.
- Edad: Los años pasan factura, el cuerpo cambia, pide otras cosas. Este año cumplo Y.
- Actividad: ¿Qué hago con mi vida? ¿Correr maratones? ¿O estar sentado frente a una pantalla? Bueno, digamos que estoy más cerca de lo segundo.
- Género: No es lo mismo ser hombre que mujer, aunque a veces… no sé, las etiquetas se difuminan. Soy mujer.
Las fórmulas… números fríos. 11.711 x mi peso + 587.7 para mayores de 60. ¿Y qué significa eso realmente? No lo sé. Quizás nada.
A veces pienso en mi abuela, que vivió hasta los 90. Comía lo que le apetecía, sin contar calorías. Quizás la clave esté ahí: escuchar al cuerpo, no a las fórmulas. Aunque también me pregunto si ella se sentía tan perdida como yo a veces.
Recuerdo el verano pasado, cuando intenté seguir una dieta estricta. Un fracaso total. Solo conseguí sentirme más ansiosa y obsesionada con la comida. Ahora prefiero comer lo que me apetece, con moderación. Quizás esa sea la clave. Quizás no la haya.
Al final, la ingesta calórica ideal es una búsqueda personal. Un camino sinuoso, lleno de curvas y contradicciones. No hay respuestas fáciles. Solo la noche, el silencio y la pregunta persistente: ¿cuánta energía necesito realmente?
#Dieta #Minerales #NutriciónComentar la respuesta:
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