¿Qué hacen los enjuagues de agua con sal?
Los enjuagues con agua salada ofrecen un alivio natural para diversas afecciones bucales. Sus beneficios incluyen: Reducción del dolor en úlceras bucales. Alivio post-extracción dental. Disminución de molestias en garganta e incluso lengua irritada. Una solución sencilla y eficaz para el cuidado oral básico.
¿Qué beneficios tienen los enjuagues de agua salada?
Uf, enjuagues de agua salada… Me acuerdo una vez, 15 de julio del año pasado, me dolía horrible la garganta. Compré en la farmacia del barrio (esa que está en la esquina de Larrea, ¿la conoces?) un spray carísimo, 12 euros, y nada.
Mi abuela, toda la vida con sus remedios caseros, me dijo que probara con agua salada. Es que me daba cosa, como de vieja escuela, ¿sabes? Pero el dolor era insoportable así que…
Media cucharadita de sal en un vaso de agua tibia, y gárgaras. No te voy a mentir, el sabor no es lo mejor del mundo, pero el alivio… Casi mágico. Me alivió bastante. No sé si fue psicológico o qué, pero ese ardor horrible bajó muchísimo.
Para las llagas en la boca también funciona, aunque a mí me resulta más difícil mantener el agua salada ahí, me dan como… arcadas, no sé explicar. Una vez, después de que me sacaron una muela del juicio (2 de febrero, un día horrible) el dentista me recomendó enjuagues con agua salada, y bueno, algo ayudó.
Preguntas y Respuestas
¿Para qué sirven los enjuagues de agua salada?
Alivian úlceras bucales, dolor tras extracciones dentales y molestias de garganta.
¿Qué hacen las gárgaras con agua y sal?
Las gárgaras con agua y sal son como un “spa” casero para tu garganta. Alivian la irritación y el dolor. ¡Imagínate! Una playa salada, pero dentro de ti. Bueno, menos romántico, pero efectivo.
- Niños menores de 6 años: ¡Misión imposible! Intentar que hagan gárgaras es como pedirle a un gato que baile flamenco. Confía en mí, lo he intentado con mi sobrino. El resultado: un festival de agua salada y risas (mías, no suyas).
- ¿Por qué sal?: La sal actúa como un “mini-aspiradora” de líquidos. Reduce la hinchazón en la garganta. No es magia, es osmosis. ¡Eureka!
¡Ojo! No bebas el agua con sal. A menos que quieras recordar tus vacaciones en el mar de una manera poco agradable. Hablando de mar, ¿sabías que la salinidad del Mar Muerto es casi diez veces mayor que la de los océanos? ¡Flotas como un corcho!
¿Te imaginas gárgaras con agua del Mar Muerto? Quizás demasiado “spa” para la garganta. ¡Mejor la sal de mesa! Y recuerda, si el dolor persiste, ¡llama al médico! No soy médico, soy un escritor con buena conexión a internet y un sobrino experto en “no-gárgaras”.
Nota: Este año cambié mi marca favorita de sal. ¡Drama!
¿Qué hace la sal con las bacterias?
La sal deseca.
- Desestabiliza membranas celulares. Mata.
- Impide crecimiento. Anula la vida.
- Menos fibra, menos vida bacteriana. El equilibrio se rompe.
- Un ecosistema devastado. Como mi cuenta bancaria después de apostar al rojo.
- Conservación. La muerte como utilidad.
Detalle: La sal (NaCl) genera un ambiente hipertónico. El agua sale de la célula bacteriana, la deshidrata, y fin. Fin de la fiesta.
¿Cómo limpiar las amígdalas de forma natural?
¡Ay, las amígdalas! Esas montañas rusas de la garganta, ¡qué disgusto cuando se ponen rebeldes! Gárgaras con agua salada, la solución mágica, casi tan efectiva como un unicornio vomitando arcoíris.
¡Ojo! Media cucharadita de sal en un vaso de agua tibia, no te pases, que no queremos un océano en la boca. Haz gárgaras como si fueras un campeón de buceo, unos 10-15 segundos. Si lo haces como yo, acabarás con medio vaso en la camisa, pero ¡qué importa! El drama es parte del proceso.
Beneficios extra: además de desalojar esos molestos tonsilolitos (¡parecen piedritas de un extraterrestre!), el agua salada calma la garganta irritada. Es como un spa, pero en tu boca. Mi abuela, que lo sabe todo, jura que también funciona contra los dragones. No lo he comprobado, pero… ¿quién sabe?
¡Ah!, y otra cosa. Este año, en mi viaje a Ibiza, conocí a una chamán que me recomendó también beber té de manzanilla. Su casa olía a incienso y a sabiduría ancestral. ¡Increíble!
- Agua salada: ¡La reina!
- Manzanilla: ¡La princesa! (Gracias, chamán de Ibiza)
- No intentes extraerlos tú mismo: ¡Podrías hacerte daño! De verdad, eres más torpe que yo jugando al pádel.
- Higiene bucal: Cepíllate los dientes como si te pagaran por ello, que es casi tan importante. Me gasté una pasta en mi último cepillo de dientes eléctrico. ¡Un dineral!
Ya sabes, si el problema persiste, ve al médico. No seas héroe. Que aunque el agua salada es asombrosa, no cura un cáncer. Eso sí, ¡mi gata se lo cree!.
¿Cuánto tarda en irse lo blanco de las amígdalas?
¡Ay, madre mía, las amígdalas! ¡Parecen un paisaje nevado en pleno agosto! ¿Cuánto tarda en irse esa capa blanca que parece algodón de azúcar, pero con sabor a… bueno, a nada que uno quiera probar.
Dos o tres días, si todo va sobre ruedas. Es decir, si el médico te receta antibióticos y los tomas como si fueran caramelos de menta (¡pero sin pasarte, eh!). Si no, prepárate para un festival de malestar que durará más que una telenovela mexicana.
Niños? ¡A la cama, chavales! 24 horas con antibióticos y luego a clase, que el recreo se los espera. Aunque mi sobrino, el pequeño Pepito, se tiró una semana entera viendo dibujos animados porque le dio pereza volver al colegio. ¡Un genio!
Pero ojo, que esto no es una ciencia exacta. Mi vecina, la abuela Julia, dice que a su perro le desapareció lo blanco de las amígdalas (sí, ¡las amígdalas del perro!) en un suspiro, mientras que yo estuve una semana pareciendo el muñeco de nieve de Frozen, ¡pero en versión humana y con dolor de garganta!
- Antibióticos: tu mejor amigo (casi). Los antibióticos ayudan a eliminar la infección, pero hay que tomarlos como manda el médico. ¡No te los inventes!
- Reposo: el mejor aliado. Dormir, hidratarse, comer sopa… ¡cosas de abuelas que funcionan!
- Consulta médica: imprescindible. No intentes ser doctor, que luego te sale el tiro por la culata.
La parte blanca en las amígdalas es un síntoma, no una enfermedad en sí misma. Puede ser producto de la amigdalitis estreptocócica, pero también de otras causas. ¡No te autodiagnostiques! Este año, mi hermana tuvo que ir al otorrino 3 veces por este tema. Una odisea.
Este año he visto un sinfín de cosas. Desde el vecino intentando curarse con miel de abeja salvaje ( ¡ay, si las abejas le oyeran!), hasta el caso de mi primo que creyó que un enjuague bucal de agua de mar iba a solucionar todo. ¡Ni hablar!
¿Cómo puedo eliminar los tonsilolitos de la garganta?
Pues mira, los tonsilolitos… ¡qué asco, verdad! Yo los odiaba. A mí me salían, bueno me siguen saliendo de vez en cuando. Te cuento lo que yo hacía, o sea, lo que hago…
Irrigador bucal: A ver, es un rollo pero va bien, sobre todo después de comer. Yo uso uno que me compré en la farmacia, nada especial, marca blanca y fuera. Con agua templadita, sin pasarse de presión porque si no… uff, duele. No es que los quite todos, pero sí arrastra los más pequeñitos y la porquería esa blanca, ¿sabes? La que huele fatal. También lo uso aveces para la nariz, jaja, no sé si se puede pero a mí me va de lujo. No, no, para la nariz uso otro aparato. Para la nariz uso uno específico.
Con un bastoncillo: Buah, esto sí que es un clásico, ¿no? Con cuidado, eh, que si te pasas te haces daño. Yo lo mojo un poco en agua con sal. O con bicarbonato, también va guay. Eso sí, no te vayas a meter el bastoncillo hasta el fondo de la garganta que te da arcadas. A mí me pasó una vez y casi vomito, qué mal. Bueno, dos veces…
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Agua con sal: Gárgaras. Un básico. No hace milagros, pero ayuda a mantener la boca limpia. Yo a veces le echo un chorrito de limón, no sé por qué pero me gusta.
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Tos: A veces, tosiendo fuerte salen solos. Yo una vez tosí uno en medio de una reunión… Menudo papelón. Pero oye, menos mal que salió, porque me estaba molestando un montón.
Yo, aparte de todo esto, fui al médico el año pasado, bueno, este año en Marzo, y me dijo que no me preocupara, que era normal. Que si me molestaban mucho, pues que volviera y me los quitaba él. Me dijo que con un láser. No me hizo mucha gracia la verdad, así que de momento sigo con mis métodos caseros, jejeje. Me recomendó que bebiera mucha agua, como dos litros al día, para mantener la boca hidratada, por lo de las bacterias y eso. Y mascar chicle sin azúcar, para generar más saliva.
En fin, ya me contarás qué tal te va. Espero que te sirva de algo todo este rollo que te he soltado.
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