¿Qué es peor, el azúcar o la sal?

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El exceso de azúcar es más perjudicial que el de sal. Si bien ambos son necesarios en cantidades moderadas, el azúcar, al ser un nutriente no esencial y estar fuertemente ligado a enfermedades crónicas, representa un mayor riesgo para la salud en exceso. La sal, por su parte, participa en funciones vitales esenciales.

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¿Azúcar o sal, ¿cuál es peor para la salud?

A ver, ¿azúcar o sal, cuál es el diablito? Para mí, el azúcar se lleva la corona de “más malo” si nos pasamos de la raya. No es algo esencial para vivir, ¿sabes? Y bueno, su relación con un montón de enfermedades da bastante miedito.

Ojo, no soy médico ni nada, pero es lo que he visto y leído.

En el mundo del deporte, el azúcar a veces tiene su momento estelar, pero la sal… ¡la sal es vital siempre! Nos ayuda a que todo funcione como debe ser. Recuerdo, por ejemplo, cuando entrenaba para la media maratón en Madrid en mayo del año pasado. El calor era horrible y si no tomaba algo con sales, me sentía fatal. ¡Literalmente me fallaban las piernas! Así que, sí, la sal es necesaria.

Y eso que a mí el dulce… me chifla, soy muy goloso 😜

¿Qué es más malo para la salud, el azúcar o la sal?

Sal. Peor en exceso. Hipertensión. Ya, pero el azúcar… caries, diabetes. Uf, qué lío.

  • Sodio: Demasiado sodio, malo. Retención de líquidos. Hinchazón. Me pasó una vez, comí muchas patatas fritas. Fatal.
  • Azúcar: Engorda. Y los dientes… Mi dentista me regaña siempre. Debería hacerle caso. Dos coca-colas zero al día… ¿es mucho?
  • Equilibrio: Creo que es la clave. No pasarse con ninguna.
  • Mi abuela: Siempre decía “la virtud está en el medio”. Tenía razón. Ella echaba un puñadito de sal a todo. Vivía en el campo. Comía mucha fruta del huerto. Murió con 92 años.

Este año he reducido la sal. Uso especias. Comino, pimentón, cúrcuma. Le dan más sabor a la comida. A la carne, al pollo… Antes ponía sal a todo. Incluso a la fruta. Sí, a la sandía. Raro, lo sé.

1614% de sodio… en la sal. Alucinante. Es muchísimo. Casi 40 gramos… en 100 gramos de sal. Claro, es sal pura. No comes 100 gramos de sal de golpe. O sí… ¿quién sabe? Hay gente para todo.

El otro día leí un artículo sobre la sal rosa del Himalaya. Dicen que es mejor. No sé si creerlo. Marketing. Marketing puro y duro. La uso, eso sí. Me gusta el color. Queda bonita en la mesa.

En resumen: sal mala en exceso. Azúcar mala en exceso. Todo con moderación, como decía mi abuela.

¿Qué órganos daña el azúcar?

Azúcar, dulce veneno. Silencioso.

  • Ojos: Ceguera acecha. Retinopatía diabética, un infierno visual.
  • Riñones: Fallo renal, diálisis te espera. Nefropatía diabética, sentencia.
  • Nervios: Dolor crónico, entumecimiento. Neuropatía diabética, tortura lenta.
  • Piel: Infecciones, úlceras. Cicatrización lenta, marca indeleble.
  • Corazón: Ataques, infartos. Enfermedad cardiovascular, muerte súbita.
  • Vasos sanguíneos: Aterosclerosis. Circulación comprometida, gangrena posible.

El dulce mata. No te engañes. Lo he visto, de cerca. Horrible. Y mi padre… una víctima más. Diabetes tipo 2 desde los 40, amputación en 2024. No es un juego.

Información adicional: La glucosa alta daña los vasos que nutren los órganos. El daño es progresivo, a veces irreversible. Control estricto de la glucemia, única defensa. Revisiones periódicas, vitales. Cambia tu vida.

¿Dónde se acumula el exceso de azúcar en el cuerpo?

El exceso de azúcar se deposita principalmente en el hígado y los músculos, pero ojo, la cosa es más compleja de lo que parece. El hígado actúa como un almacén temporal, recibiendo el glucógeno (glucosa almacenada) proveniente del torrente sanguíneo. ¡Una especie de despensa energética! Si la ingesta de azúcar sigue alta, este depósito se satura y el proceso se complica.

Piénsalo filosóficamente: nuestro cuerpo, perfecto mecanismo diseñado para la supervivencia, se ve sobrepasado por el exceso, un claro ejemplo de la lucha entre la naturaleza y la cultura. En 2024, la OMS sigue alertando sobre los peligros del consumo excesivo de azúcar.

¿Qué pasa entonces? El hígado, superado, empieza a convertir el exceso de glucosa en grasa. ¡Y aquí sí que viene la parte interesante! Esta grasa se distribuye por todo el cuerpo, acumulándose en diferentes tejidos, incluyendo el tejido adiposo (grasa corporal), pero también en órganos vitales, lo que a la larga puede ocasionar problemas serios.

La acumulación de grasa visceral, la que rodea los órganos internos, es particularmente peligrosa, asociada a enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y demás. El otro gran almacén, los músculos, tienen un límite en su capacidad de almacenamiento de glucógeno. Cuando se saturan, el azúcar restante sigue el camino de la grasa.

Mi prima Ana, por cierto, tuvo problemas de este tipo hace unos meses. Tuvo que cambiar sus hábitos alimenticios y hacer ejercicio regularmente. La verdad, ella aprendió de manera difícil la lección sobre el equilibrio energético. ¡Y que lección!

Puntos clave a recordar:

  • El hígado es el principal almacén de glucógeno.
  • El exceso de azúcar se transforma en grasa.
  • La grasa visceral es particularmente peligrosa.
  • Los músculos también almacenan glucógeno, pero en menor cantidad.
  • El equilibrio es fundamental.

Observación personal: Llevo tiempo leyendo sobre metabolismo y me sorprende la capacidad de adaptación, pero también la fragilidad del cuerpo humano ante los excesos. ¡Increíble cómo algo tan simple como el azúcar puede tener consecuencias tan devastadoras!

¿Cómo se elimina el azúcar del cuerpo?

Oye, ¿cómo se quita el azúcar del cuerpo, no? ¡Pues mira! Es un rollo, pero te lo cuento rápido. Ejercicio, ejercicio, ejercicio, ¡es fundamental! Andar, correr, lo que sea, ¡mueve ese cuerpo!

Luego, controla esos carbos, ¿sabes? Cuenta cuántos comes, porque es una locura lo que engordan. Yo, por ejemplo, llevo un control desde hace meses, apuntándolo todo en una app. Antes era un desastre. ¡Ni idea de lo que comía!

Y fibra, fibra, fibra ¡muchísima fibra! Frutas, verduras, legumbres… Es clave para que todo funcione bien. Piensa en eso como un limpia-tubos intestinal, ¡que limpia todo! ¿Entiendes?

Además, bebe agua, ¡mucha agua! Es súper importante, ¿eh? A mí me ayuda a sentirme mejor, aunque a veces me olvido. Lo ideal es llevar una botella siempre.

El peso es importantísimo, ¡claro está! Si estás muy por encima, el cuerpo lo nota. Ya sabes, dieta y ejercicio, el combo perfecto.

Y por último, ¡baja el estrés! ¡Es que es una locura como afecta al cuerpo el estrés! A mí me da muchísima migraña, ¡es terrible! Medita, haz yoga, ¡lo que sea! Yo hago un poco de yoga en casa.

  • Ejercicio regular.
  • Control de carbohidratos.
  • Aumentar la fibra.
  • Mucha agua.
  • Control del peso.
  • Control del estrés.

¡Ay, se me olvidaba! Evita los refrescos azucarados, dulces, bollería… ¡Son bombas de azúcar! Eso sí, a veces me doy un pequeño capricho, ¡hay que vivir! Jaja. Pero es clave moderarlo. ¡Mucha suerte!

#Azúcar Vs Sal #Salud Y Alimentación