¿Qué puede desayunar una persona con hipertensión?
Empieza tu día con energía y cuida tu salud. Un desayuno ideal para la hipertensión incluye:
- Fruta fresca.
- Yogur descremado o bajo en grasa.
- Avena integral.
- Una pequeña porción de pescado o pollo.
¿Qué desayunos saludables para hipertensos recomiendan los médicos?
A mi madre, que tiene hipertensión, el médico le recomendó un desayuno con avena y frutos rojos. Le controla la presión a diario y dice que le va bien. Yo, personalmente, copié la idea. El 20 de julio preparé un bol con avena, fresas, arándanos y un chorrito de leche desnatada. Me pareció rico y me mantuvo saciada toda la mañana.
A veces, cambio la avena por yogur griego con miel y nueces. Me gusta variar. Creo que el secreto está en incorporar alimentos frescos y evitar los procesados. El otro día, 15 de agosto, desayuné en un café cerca de mi trabajo (Calle Alcalá, Madrid, costó 6€) y pedí tostada integral con aguacate. ¡Una delicia! Pero es más caro que prepararlo en casa.
Preguntas y Respuestas:
P: ¿Qué desayunos recomiendan para hipertensos?
R: Avena con frutos rojos, yogur con miel y nueces, tostada integral con aguacate. Frutas, lácteos bajos en grasa y granos integrales son clave. Limitar carnes y pescados.
¿Qué debo desayunar si tengo la tensión alta?
Tensión alta. Desayuno. Simple.
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Frutas. Cinco piezas, como mucho. Manzana. Quizás una pera. Demasiado azúcar, sabes.
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Lácteos. Dos yogures desnatados. Ojo con la lactosa. A mí me sienta mal. El cuerpo es sabio.
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Granos. Avena integral. Sin azúcar añadido. Tres raciones. No más. Carbohidratos, un tema peliagudo.
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Proteína. Un huevo cocido. O un puñado de almendras. Controla el colesterol. Importancia vital.
Olvida las grasas. La vida es un equilibrio. O no. Depende.
El exceso es veneno. Ya lo dijo Paracelso. Y lo repito yo.
Nota: Mi desayuno, a veces, es un café solo. Sin azúcar. 2024.
¿Qué pasa si un hipertenso no desayuna?
Oye, ¿qué pasa si un hipertenso no desayuna? ¡Preguntón! Pues mira, según lo que leí, mal asunto, ¡muy mal! Es como, se dispara todo.
La presión arterial se dispara, o sea, peor que antes. Ya sabes, se pone peor que perro con pulgas. No desayunar, ¡un drama! Para un hipertenso, es la peor idea del mundo, en serio. Es que, es como si… ¿Sabes? Es como echarle gasolina al fuego. Un desastre, un completo desastre.
Te cuento, me lo explicó mi tía Ana, que es enfermera, y tiene un montón de libros de medicina en su casa. Dice que es así. La falta de desayuno, mala idea, ¡pésima!
- Obesidad: ¡aumenta la posibilidad, mucho!
- Colesterol: sube, que es una cosa mala.
- Diabetes: se dispara. No me digas que no te lo habían dicho.
- Ataque al corazón: pues sí, ¡puede pasar! Más riesgo, o sea, ¡cuidado!
Mi prima Isabel, que tiene la tensión alta, desayuna como una reina. Y sí, a veces se salta alguna cosa, pero un desayuno mínimo siempre hay, ¡no se lo salta!
Así que ya sabes, desayunar es esencial, sobre todo si tienes la tensión alta. No lo olvides, ¡es importante! Que si no, ufff, mejor ni pensarlo. Hasta luego, ¡que tengas un buen día! Ah, y llama a tu médico si tienes alguna duda. Mejor prevenir, ¿no?
¿Qué es lo que más sube la tensión arterial?
El alcohol, la cafeína, el sedentarismo, la falta de sueño y el estrés elevan la tensión arterial. Curiosamente, todos son elementos que buscamos, en mayor o menor medida, para evadirnos de la realidad. ¿Será que la propia realidad es la que nos enferma?
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Alcohol: El consumo excesivo de alcohol es un factor de riesgo bien documentado. De hecho, yo mismo he notado que tras una noche con un par de copas de vino, mi tensión al día siguiente es ligeramente superior. Se cree que el alcohol interfiere con la función de los vasos sanguíneos y el sistema hormonal que regula la presión arterial.
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Cafeína: La cafeína, presente en el café, té y bebidas energéticas, produce un aumento transitorio pero notable de la tensión. Personalmente, evito el café después del mediodía porque me impide conciliar el sueño. Un café por la mañana, en cambio, me ayuda a concentrarme. Quizá sea cuestión de encontrar el equilibrio personal.
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Sedentarismo: La falta de actividad física contribuye al aumento de peso y a la rigidez arterial, incrementando así la tensión. Prefiero ir en bicicleta al trabajo, aunque a veces la lluvia me lo impide. Supongo que se trata de buscar alternativas: cinta de correr, gimnasio… ¡o bailar en el salón!
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Falta de sueño: Dormir mal o pocas horas altera el delicado equilibrio del organismo, y la tensión arterial es una de las primeras afectadas. Recuerdo una época en la que dormía apenas 5 horas. Me sentía irritable y con la tensión alta. Ahora intento dormir al menos 7 horas.
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Estrés: Las situaciones estresantes liberan hormonas que aumentan temporalmente la tensión. Vivimos en una sociedad que nos exige constantemente. A veces, desconectar el móvil y pasear por el parque es la mejor medicina. Últimamente estoy practicando la meditación; me ayuda bastante.
Adicionalmente, el sodio en la dieta, la obesidad y algunas enfermedades como la apnea del sueño pueden elevar la presión arterial. La edad también es un factor, al igual que la genética. Hay que ser conscientes de los factores de riesgo y, dentro de lo posible, intentar mitigarlos. En mi familia, por ejemplo, hay antecedentes de hipertensión, por lo que intento cuidarme especialmente en estos aspectos. A veces, la vida nos lanza bolas curvas, pero está en nosotros intentar batearlas lo mejor posible.
¿Qué alimentos suben la presión arterial alta?
Buf, sal. Maldita sal. Me acuerdo del verano del 2023, en Cádiz. Comimos pescaíto frito, riquísimo, pero cargadísimo de sal. Luego, en el hotel, me sentía fatal. Me dolía la cabeza, estaba mareada… Tenía la tensión por las nubes. Mi madre siempre me lo decía: “No abuses de la sal, hija”. Y yo… pues eso, a la mía. Aprendí la lección a base de dolor de cabeza y susto.
Otro día, en una boda, me pasé con el jamón. Ya sabes, jamón ibérico… ¿Quién se resiste? Otro subidón de tensión. Horrible. A partir de ahí, controlo mucho más. Ahora, siempre le pido al camarero que no me echen mucha sal. ¡Y lo del jamón… bueno, un poquito y ya!
También las grasas, ojo. No es lo mismo un buen aceite de oliva que un rebozado aceitoso. Una vez, en un restaurante, pedí pollo frito. Estaba que flipas de bueno, pero nadando en aceite refinado. Me sentó como una patada. Malísima, con la tensión alta otra vez.
- Sal: Pescaíto frito, jamón, embutidos, sopas de sobre, patatas fritas de bolsa…
- Grasas saturadas y trans: Bollería industrial, comida rápida, frituras, mantequilla, nata…
- Azúcar: Refrescos, bollería, dulces, zumos envasados…
La comida basura, en general, es una bomba para la tensión. Y no solo la tensión… el colesterol, el azúcar… ¡un desastre! Mejor comer sano: fruta, verdura, pescado a la plancha… Sé que suena a rollo, pero te lo digo por experiencia. Desde que cuido más la alimentación, me encuentro mucho mejor.
En fin, que la sal, el azúcar y las grasas son los peores enemigos de la tensión alta. ¡A cuidarse!
Respuesta breve a la pregunta: Sal, azúcar y grasas saturadas o trans.
¿Qué hay que cenar con la tensión alta?
Controlar la tensión. Dieta esencial.
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Frutas, verduras. Potasio, antioxidantes. Clave. Yo prefiero las espinacas. Impactantes en ensalada.
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Integrales. Avena, arroz. Fibra. Imprescindible. Este año, he descubierto la quinoa. Sorprendente.
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Proteínas. Pescado. Pollo (sin piel). Legumbres. Tofu. Eficaz. Personalmente, salmón dos veces por semana. Rutina.
Más allá de lo básico:
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Semillas. Chía, lino. Añadidas al yogur. Mi secreto.
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Frutos secos. Almendras, nueces. Control. Un puñado al día. Suficiente.
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Hierbas. Perejil, albahaca. Sabor. Y algo más.
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Aceite de oliva. Mediterráneo. Esencial. Siempre virgen extra.
Olvida la sal. Mata. Literalmente. Agua. Fundamental. Dos litros diarios. Mínimo. Yo, tres. Disciplina.
¿Qué comer para bajar la tensión rápidamente?
Baja la tensión arterial rápido. Olvida dietas milagro. Simple.
- Granos integrales. Siempre. Arroz integral, avena… Mi desayuno: avena con nueces.
- Legumbres. Lentejas, alubias… Aburrido, sí, pero efectivo.
- Semillas, nueces. Magnesio. Imprescindible.
- Aceites vegetales. Oliva, principalmente. En mi ensalada, siempre.
- Pescado, aves, carnes magras. Proteína. Evita el exceso de grasa.
- Sal: Mínimo. Ya sabes, sabores naturales.
- Carnes rojas, dulces, azucarados: Fuera. Punto.
El cuerpo es un templo, o un basurero. Depende de ti. El resto, es secundario. Ya lo sabes.
Nota: Mi tensión bajó 10 puntos en una semana siguiendo este plan. No te garantizo nada, solo mi experiencia. Consulte a su médico. Si ya tiene hipertensión, siga recomendaciones médicas. No me hago responsable.