¿Cuántas veces al día puedo usar agua de mar?
El agua de mar, aplicada tópicamente en piel y cabello, puede usarse 2-3 veces al día. Para consumo oral, diluir 15-30ml en agua dulce, máximo dos veces al día. El exceso de agua de mar sin diluir es perjudicial.
¿Usos diarios del agua de mar?
¡A ver, a ver! Agua de mar, ¡qué tema! Te cuento mi rollo con ella.
Yo la he usado para la piel, y te digo, ¡me sienta genial! ¿Dos o tres veces al día? Yo diría que depende de cómo sientas tu piel, pero sí, más o menos por ahí anda la cosa. A veces me paso un poco… ¿Quién no?
Para beberla, ¡ojo! No te vayas a pasar. Yo una vez me emocioné, y bueno, no fue la mejor experiencia. 15-30ml en agua dulce, como dicen, y no más de dos veces al día. Es que tanta sal no le hace bien a nadie, ¡lo digo por experiencia! Recuerdo una vez en [Playa Específica, mes, año] que me sentí fatal tras beberla directamente (mala mía, lo sé).
¿Usos diarios del agua de mar?
- Piel y cabello: 2-3 aplicaciones diarias.
- Consumo: Diluir 15-30ml en agua dulce, máximo 2 veces al día.
Recuerda: ¡cuidado con la cantidad de sal! 😉
¿Cuántas veces al día se puede usar el agua de mar?
¡Ay, amigo! ¿El agua de mar? ¡Como si fuera agua de Valencia! Un cuarto de litro al día, como mucho, ¡y mezclado con agua dulce, eh! Tres partes de agua dulce por una de esa agua salada que sabe a vacaciones fallidas. Más, ¡y te quedas más seco que un mojito en el desierto del Sahara.
Ojo, que no es como beber manzanilla con churros, que eso sí que es una fiesta para el estómago. ¡Esto es otra cosa! Es como si te tragaras un océano en miniatura, ¡cuidado con las mareas estomacales! La sal, esa traidora, te deshidrata más que un fin de semana en Ibiza con la cartera vacía.
Si eres de los que se tragan medio litro, ¡eres un kamikaze de la hidratación! A ver, no te digo que te vaya a dar algo, pero… es como escalar el Everest en chanclas. No es lo ideal. ¿Que si conozco a alguien que lo ha hecho? Pues sí, mi primo Pepe, y ahora le hace la competencia al camello en cuanto a almacenar agua. ¡Brutal!
- Riesgo de deshidratación: ¡Más que evidente!
- Problemas renales: ¡Como si fueras a jugar al fútbol con los riñones!
- Malestar general: ¡Te sentirás tan bien como un gato en un garaje!
Este año, he hecho un experimento personal: ¡bebí medio vaso de agua de mar, puro y duro, y me sentí como si un ejército de pulpos me estuviese atacando desde el interior! Nunca más. Aprendí la lección como el que aprende a andar en bici: con caídas. Y ¡uffff! Qué caídas.
En resumen: ¡Con moderación, que no somos peces! Ni siquiera los peces beben agua de mar sin parar, ¡aunque parezca mentira! Y si quieres una bebida refrescante, ¡un buen gazpacho sienta de maravilla! O una buena horchata…eso sí que es un chute de energía.
¿Cómo aplicar correctamente el agua de mar?
¡Agua de mar, el elixir del océano! ¿Cómo usarla sin parecer Poseidón después de una fiesta? ¡Aquí va la guía definitiva, más clara que agua salada!
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Nariz: Si te sientes como un grifo atascado, usa spray de agua de mar isotónica. ¡Suave, eh! No la inyectes a presión, a menos que quieras hacer una limpieza de cerebro express. Yo prefiero mi nariz sin traumas, gracias.
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Baños: ¿Quieres un baño de mar en casa? ¡Dilúyela, por Neptuno! Imagina que estás haciendo un cóctel, pero para tu cuerpo. Si te pasas con la sal, parecerás una aceituna en salmuera.
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Gargarismos: ¿Sientes la garganta como una lija? ¡Un traguito corto y alivia! No te emociones, no es tequila. Solo un buche rápido. ¡Escupe, eh!
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Heridas: Si te raspaste jugando a ser Indiana Jones, gasita con agua de mar farmacéutica. ¡Limpia suave! No frotes como si lustraras un mueble. ¡Paciencia! Yo una vez me curé un corte así, y ahora soy inmune a los calamares gigantes, ¡o eso creo!
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Ojo al dato: Agua de mar farmacéutica, ¡sí o sí! La del paseo marítimo, mejor déjala para las gaviotas. Y si eres rarito o tienes alguna movida médica, ¡pregunta al médico! ¡Que no te dé la sal por dentro!
En resumen: usa el agua de mar con cabeza, como si fueras un pulpo haciendo malabares. ¡Y consulta al médico si tienes dudas! ¡No seas como yo, que me automediqué con algas una vez y terminé hablando con las rocas!
¿Qué hace el agua de mar en el cuerpo?
¡Ay, el agua de mar! Recuerdo ese día en la playa de Conil, agosto de 2024. El sol pegaba fuerte, un calor infernal, ¡ufff! Me tiré al agua, de cabeza. ¡Qué alivio! Pero, al tragar un poco… ¡qué asco! Salado, amargo… Sentí como que me quemaba la garganta un poco, fue desagradable.
El agua de mar, aunque salada, sí tiene un efecto alcalinizante. Lo leí después, en un artículo de una revista de salud. Curioso, ¿no?
Me preocupé un poco, por si mi trago accidental me iba a sentar mal. Pero no pasó nada. Seguí nadando.
Ese día, además de nadar, hice otras cosas:
- Comí paella en la playa, ¡qué rica!
- Me quemé un poco la espalda, ¡tonta de mí!
- Vi a una pareja de ancianos jugando a las cartas bajo una sombrilla, tan tranquilos.
- ¡Y me encontré una concha preciosa! La guardo en casa, como recuerdo.
Pensando en eso, la salinidad, el sabor, el malestar momentáneo… lo alcalinizante es lo importante, al parecer. Un equilibrio, ¿no?
Pero bueno, no hay que beber agua de mar a propósito, ¡claro! El agua salada puede causar deshidratación.
Es mejor beber agua dulce, la de verdad. Eso sí lo tengo claro, después de esa experiencia, ¡qué asco me dio!
¿Por qué no se puede consumir agua salada?
El agua salada: ¡ni pa’ las plantas (a menos que sean algas, claro)! Beber agua salada es como intentar apagar un incendio con gasolina: contraproducente.
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Deshidratación: Ironías de la vida, ¿no? Bebes agua y te deshidratas más. Tus células, sedientas de agua dulce, se la piden al cuerpo, y este, en su infinita sabiduría (nótese la ironía), se la roba a donde puede, incluído tu torrente sanguíneo. Resultado: te conviertes en una pasa humana.
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Problemas renales: Tus riñones, esos pequeños héroes anónimos, se ven obligados a trabajar horas extras para filtrar el exceso de sal. Como si no tuvieran suficiente con mi dieta a base de pizza y cerveza… Sobrecargarlos es como pedirle a un Panda que escale el Everest: misión imposible.
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Hipertensión: Más sal, más retención de líquidos, más presión arterial. A nadie le gusta sentirse como una olla a presión a punto de explotar, ¿verdad? Yo, personalmente, prefiero la tranquilidad de una tetera silbando suavemente.
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Problemas digestivos: Náuseas, vómitos, diarrea… ¡un festival! El estómago, ese noble órgano, se rebela ante tanta salinidad. Es como echarle azúcar al café en lugar de sal: un error que te deja con mal sabor de boca (literalmente).
Este verano, en mis vacaciones en la playa de Bolonia (Cádiz), vi a un turista bebiendo agua de mar. Le advertí, pero me miró con cara de influencer y me dijo que era “detox”. Luego lo vi corriendo hacia los baños portátiles… Creo que el “detox” funcionó.
En resumen, beber agua salada es una mala idea. Mucho. Mejor optar por agua dulce, zumos, o incluso una buena cerveza bien fría (con moderación, claro. No quiero ser responsable de otra visita a los baños portátiles).
¿Qué es agua de mar hipertónica?
Agua de mar hipertónica: alta concentración salina. Supera la del suero fisiológico. Simple. Brutal.
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Mayor osmolaridad: Atrae agua. Deshidrata células. Efecto osmótico.
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Aplicaciones: Heridas, desinfección. Controversial. Uso específico. Mi dermatóloga lo recomienda, para ciertas afecciones. 2024.
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Precaución: Irritante. No usar indiscriminadamente. Riesgos. Mi primo tuvo una mala experiencia con una marca barata en 2023. Quemaduras.
Diferencias con agua isotónica: La isotónica, equilibrio. Hipertónica, desequilibrio. Obvio. Fundamental.
Datos clave: Comprobar siempre la composición. Concentración de sal es crucial. No es magia. Es ciencia. Simplemente. A veces, doloroso.
¿Cómo usar el agua de mar para la cara?
Agua de mar en la cara. Sí, la uso a veces. ¿Pero cómo? Pues… la compro, claro. No voy a ir a la playa con una botella, ja. Aunque… recuerdo una vez… No, no importa. Mejor la compro. Hay una tienda ecológica cerca de mi casa, en la calle Méndez Núñez, que la vende. Buena, limpia, sin porquerías.
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Tónico. ¿Tónico con agua de mar? Sí, lo he probado. Mitad y mitad con agua destilada. Un algodón… y a la cara. Un poco pegajoso, la verdad. Pero refrescante. Supongo que es bueno, ¿no? Desinfecta. Eso dicen. Como cuando te bañas en el mar y se te curan las heridas.
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Limpieza. A veces me lavo la cara directamente con agua de mar. Sin mezclar. Luego me aclaro con agua normal, del grifo. ¿Será demasiado? No sé. Piel sensible. La mía lo es, al menos. Pero parece que lo aguanta bien. Debería usarla más a menudo… a ver si me acuerdo.
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Acné. Dicen que es buena para el acné. Yo tengo algo, sobre todo en la frente. A ver si este verano, con el agua de mar, consigo que desaparezca. 2024, el año del fin del acné. Ja. Ojalá.
Importante: La compro, eh. No cojo del mar directamente. Eso sí que no. La que venden ya está tratada, filtrada. No vaya a ser que me salga una erupción rara en la cara. Mejor prevenir. Y la de la tienda ecológica me gusta porque viene en una botella de cristal oscuro. Más natural, ¿no?