¿Cuántos vasos de agua de mar debo tomar al día?

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"Expertos sugieren que el consumo diario de agua de mar para personas sanas debe limitarse a 30-50 ml. El límite máximo tolerado es de 500 ml. Consulte a un médico si tiene alguna condición preexistente."

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¿Cuánta agua de mar se puede beber al día?

Uf, qué lío el tema del agua de mar, ¿verdad? Recuerdo una vez, el 15 de julio de 2022 en la playa de Cullera, Valencia, un amigo probó un sorbo… ¡qué cara puso! No es algo que uno se pueda tomar a la ligera.

Dicen que 30-50 ml diarios son el máximo para alguien sano, hasta 500 ml como límite extremo, aunque eso suena bastante arriesgado. Yo, personalmente, ni lo intentaría. La información es un poco confusa, la verdad.

Me suena que hay riesgos serios para la salud, sobre todo problemas renales. Mejor ni probarlo, ¿no? Es mucho más sencillo beber agua potable.

Pregunta: ¿Cuánta agua de mar se puede beber al día?

Respuesta: 30-50 ml al día como máximo. 500 ml es el límite extremo, solo para personas sanas.

¿Cómo tomar agua de mar correctamente?

Agua de mar. Simple. No es potable. Punto.

Beberla en ayunas. Suena a cuento. Purgante, dicen. A mí me da igual.

Usos alternativos:

  • Cocina. Sustituye la sal. Prueba, ya sabes.
  • Conservar pescado. Eso sí lo he visto.
  • Descongelar. ¿Para qué?

Peligro de intoxicación. Salinidad. Elemental. Riesgo real. Ya está.

Mi vecino, el pescador, usa mucha. Él sabe. No es mi problema. La información disponible es contradictoria y potencialmente peligrosa. Un aviso. Agua de mar, un tema complejo.

  • 2023: Informe de la OMS sobre consumo de agua de mar. Contraindicado.

Conclusión: No bebas agua de mar. Recuerda eso. La vida es breve.

¿Cuánta agua salada debo beber?

¡Ni se te ocurra! ¡Agua salada? ¡Qué locura! Casi me ahogo en la playa de Las Teresitas en Tenerife, 2024, una ola enorme me tragó, ¡sal en los ojos, qué horror! Sabía a muerte, una amargura que me quemaba la garganta. El sabor… ufff… no se me olvidará nunca. Me daba arcadas, sentí náuseas intensas, y una sed horrible, irónica, ¿no?

No bebas agua salada, punto. Tu cuerpo necesita agua dulce, no sal. La sal deshidrata, lo contrario de lo que buscas. ¡Eso sí que es una lección aprendida a las malas!

Tres partes de agua dulce por una de agua salada, eso lo leí por ahí, pero en serio, ¡NO lo pruebes! Me lo dijo un médico del hospital después del susto, me hicieron varios análisis…

Recuerdo el malestar… una mezcla de pánico y asco. La arena en la boca, la tos desesperada… El sol abrasador… todo un cóctel infernal. Hasta ahora no he vuelto a la playa, aún tengo traumas.

  • Náuseas
  • Vómitos
  • Sed insaciable
  • Ardor en la garganta
  • Mareos
  • Dolor de cabeza

Beber agua salada es peligroso, puede causarte problemas graves, incluso la muerte. Mejor bebe agua dulce, mucha agua dulce, es mucho más saludable. Simplemente…no lo hagas.

¿Qué le pasa a mi cuerpo si tomo agua salada?

Pues fatal, te sienta fatal, ya te digo. Mucha sal… mal. Mira, te lo digo yo que una vez en la playa, ¡ay!, tragué un montón de agua, salada, claro. Me puse malísima. Vomité todo el día. Y encima, sed, muchísima sed. Parecía una pasa.

Deshidratación: Lo peor, la deshidratación. Aunque parezca mentira, el agua salada deshidrata. Tus células sueltan agua para compensar la sal de fuera. Y te quedas seco, seco. A mí me pasó, ¡fatal! Ese día en la playa… horrible. Recuerdo que me dolía hasta la cabeza.

Problemas de riñón: Los riñones lo pasan mal, eh. Tienen que currar el doble para eliminar la sal. Si abusas, los puedes dañar. Yo tuve que beber mucha agua después, litros y litros, para recuperarme.

  • Dolor de cabeza: Puff, horrible. Como un martillo.
  • Hinchazón: Te hinchas como un globo. Retención de líquidos.
  • Presión arterial alta: Ojo con esto, si ya tienes la tensión alta… peor. Yo por suerte, de momento, no tengo ese problema.

En fin, que el agua salada, para bañarse, ¡y ya! Este verano fui a la playa de Bolonia, en Cádiz. Impresionante, el agua estaba perfecta, pero para beber… ni de broma. Mejor una cervecita fresquita, ja, ja. Bueno, o agua, agua normal, del grifo. Que no te pase como a mí, que luego estás todo el día con mal cuerpo. ¡Un rollo!

¿Por qué no se puede consumir agua salada?

El agua salada, un abrazo traicionero. No es apta para el consumo, la sed se multiplica, se torna insoportable. En el recuerdo, las olas rompiendo, la inmensidad azul, el sol quemando la piel… y la prohibición tácita, grabada a fuego.

Sabor a salitre, a lágrimas antiguas, a promesas incumplidas. Intentar beberla es invitar al cuerpo a una rebelión sorda. El estómago se crispa, se revuelve, se niega. Un asalto al equilibrio precario.

  • El exceso de sodio: una agresión directa.
  • Irritación estomacal: como arena abrasiva.
  • Náuseas, vómitos: la respuesta visceral.

¿Por qué insistir en lo imposible? Mejor evocar la lluvia mansa, el río que fluye, la fuente cristalina. Agua dulce, la verdadera aliada. El mar, admirado desde la orilla, respetado en su inmensidad salada. El salitre es para la piel, no para el interior. Es como esos amores tormentosos: hermosos a la vista, letales al tacto.

Y recuerdo aquella vez, en la costa, un amigo aventurero, desafiando las olas, bebiendo un trago de mar… el resultado, horas de malestar, una lección aprendida a la fuerza. El mar, bello y peligroso, como tantas cosas en la vida. El mar, un espejismo salado.

¿Qué es agua de mar hipertónica?

El mar, un susurro constante, un recuerdo salado en la piel. Agua de mar hipertónica: la palabra misma resuena, dura, como una roca pulida por el oleaje incesante. Más salada que la vida misma. No es el suave abrazo del océano, no, es algo… más. Es una concentración. Una fuerza. El peso del mar sobre la piel, más intenso.

El verano pasado en Menorca, el sol abrasador, la arena blanca… La textura del agua, diferente, densa, pesada. La sal, un cristal en la lengua, persistente. Una salinidad superior a la del cuerpo humano. Ahí está la clave, un peso extra, como si el propio mar quisiera abrazarte con más fuerza, sujetarte con su sal.

Recordando las olas, el sonido… ¡Ese ritmo! La memoria olfativa, tan precisa, tan viva, tan… abrumadora. Mayor concentración de sales que el suero fisiológico. Es un misterio, la potencia contenida en ese agua, en esa sal que se adhiere, impregna. Un misterio que me atrapa, me envuelve.

  • La concentración de sales es la clave.
  • Diferencia crucial con el agua de mar isotónica.
  • Más sal: peso, fuerza, potencia.

Es diferente, esa fuerza… como si el tiempo mismo se concentrara en cada gota, densa, cristalizada. Me embriaga, me seduce. Ese poder… es diferente. La piel se reseca, pero recuerda. Recuerda el mar, el poder del mar. Recuerdo la playa.

Este año, 2024, volveré. Necesito sentir de nuevo esa sal, esa fuerza.

¿Qué hace el agua de mar en el cuerpo?

Oye, ¿el agua de mar, no? ¡Qué locura! Es salada, ¿verdad? Pero espera, ¡es alucinante lo que hace!

Alcaliniza el cuerpo. Sí, sí, lo leí en un artículo, no me acuerdo donde, pero era interesante. El pH, ¿sabes? Ese rollo tan importante. ¡A mi prima le va genial! Ella lo usa para enjuagarse la boca, dice que le ayuda a las encías.

Y bueno, el equilibrio ácido-base, ese tema es clave, ¿eh? Para la salud, o sea, que si está bien, el metabolismo funciona mejor. Es que es así, no lo dudes. No sé cómo explicarlo mejor, pero es como… ¡vital!

  • Mejora el metabolismo.
  • Previene enfermedades, ¡eso dicen!
  • Ayuda a las encías, al menos a mi prima, que se lo enjuaga. ¡Es una pasada!

Pero ojo, no bebas litros, eh. ¡No te emociones! Solo un poquito, para enjuagues o cosas así. Hay que tener cuidado. Ya sabes, demasiada sal, no es buena idea. ¡Me pasé un día tomando agua salada, qué mal lo pasé! Y no es como tomar agua de coco, que te hidrata un montón. ¡Eso sí que es refrescante! Además, el agua de mar tiene muchísimas sales, ¡muchas más que la de mesa! Y esas sales, aunque alcalinizan, son sales. No te creas que es una maravilla mágica. Eso sí, el efecto alcalinizante es real.

Pensándolo bien, el agua de mar también tiene minerales, como magnesio, potasio… Un montón de cosas. El año pasado, en mis vacaciones en Menorca, me di cuenta de cómo me dejaba la piel suavecita después de bañarme. ¡Lo mismo era el sol, no lo sé! Pero es verdad que me noté mejor.

Este año he estado leyendo sobre la talasoterapia, ¡increíble! Utilizan el agua de mar para tratamientos, ¡hasta para la piel! Parece que es súper efectiva. Lo miraré más a fondo para el próximo año. Será una pasada ir a un balneario así…

#Agua De Mar #Beber Agua #Salud Marina