¿Qué hace el agua con vinagre y sal en los pies?

¿Qué efecto tiene el agua con vinagre y sal en los pies?

¡Uf! A ver, sobre lo del agua con vinagre y sal para los pies… ¡te cuento mi experiencia!

Sinceramente, al principio pensé “¡¿vinagre en los pies?!” Pero mi abuela, que es un pozo de sabiduría popular, me lo recomendó un día que llegué a casa con los pies destrozados después de un día de compras en Madrid (¡uff, qué paliza me di el 15 de septiembre!).

Me dijo que me preparara un barreño con agua tibia, un buen chorro de vinagre (ella usa el de manzana, pero creo que cualquiera vale), y un puñado de sal gorda. ¡Y mano de santo!

La verdad es que noté un alivio inmediato. Mis pies se sentían mucho más relajados, como si toda la tensión del día se evaporara. No sé si es por el vinagre, la sal, o el efecto placebo, pero a mí me funciona de maravilla.

¡Ah! Y lo de la hinchazón… pues sí, noté que mis pies estaban menos “inflados” después del baño. No es que se deshincharan por completo, pero definitivamente se sentían mejor. Desde ese día, lo hago de vez en cuando, sobre todo después de un día duro. ¡Lo recomiendo!

---

Información concisa sobre el efecto del agua con vinagre y sal en los pies:

• Relajación muscular: Facilita la relajación de los músculos, aliviando la tensión en los pies.
• Antiinflamatorio: El vinagre puede tener propiedades antiinflamatorias, reduciendo la hinchazón y la pesadez.

¿Qué pasa si ponemos los pies en agua con vinagre?

Pies en vinagre: piel renovada.

• Exfoliación: El ácido del vinagre desintegra la piel muerta. Como cuando lijé mi tabla de surf el verano pasado.

• Durezas: Ablanda callos. Recuerdo los pies de mi abuelo. Ahora son como piedras pulidas.

• Hidratación: Aumenta la hidratación. ¿Quién lo diría? Un baño ácido, fuente de vida.

Vinagre: más allá del aderezo. Un arma secreta para pies impecables.

¿Qué echarle al agua para descansar los pies?

¡Uf, los pies! A ver… agua con sal, eso es lo básico. Agua tibia con sal. ¿Qué tipo de sal? La gorda de toda la vida vale, ¿no? O sea, la que uso para la barbacoa… mmm barbacoa…

• Sal gorda: La que uso para la carne. ¿Será demasiado fuerte?
• Agua tibia: Ni muy caliente, ni muy fría, ¿no? Como el caldo.
• Piedras: ¿Meter piedras en el agua? ¿Servirá de algo?

Luego, aparte de la sal, mi abuela echaba no sé qué hierbas. Hierbas relajantes, decía. ¿Será lavanda? Tengo un bote en el baño, creo. Igual pruebo… ¿Y si les echo unas gotas de aceite esencial de esos que tengo por ahí? El de lavanda fijo que relaja.

¿Y si después me pongo crema hidratante? ¡Ah! Masaje. Masaje con la crema. Eso tiene que ser la leche. Lo mismo pruebo lo de las piedras, pero lisas, claro, que no me hagan daño. Uf, qué lio, no sé si funcionará.

A ver, resumiendo: agua tibia, sal, lavanda (si la encuentro) y masaje con crema después. ¿Y si pongo música relajante? ¡Buena idea!

Información adicional: A ver si luego encuentro un tutorial en YouTube sobre masajes en los pies. El otro día me compré un aparato raro para los pies en AliExpress, a ver si me acuerdo de usarlo.

El agua con sal es muy útil, y más ahora en verano para los hongos, también uso unos polvos para los pies que me recetó el médico hace años, a ver si aún los tengo.

¿Qué se le pone al agua para relajar los pies?

Agua tibia. Sales de Epsom. Lavanda. Eso calma.

• Magnesio: Epsom no es magia, es magnesio. Relaja el músculo, desinflama. Mi abuela lo usaba para la artritis.
• Aceites: Lavanda, sí, pero prueba árbol de té si hay hongos. O menta para despertar.
• Caliente, no hirviendo. Quema más que relaja. Frío revitaliza.
• Después, crema hidratante. Los pies sufren. La mía lleva urea, es lo que hay.
• Reflexología: Apretando puntos clave, más efecto. Búscalo, no lo explico aquí.

Sumergir no basta. Atención. Tiempo. Después, secar bien. Y si duele de verdad, médico. No soy curandero.

#Remedio Casero #Remojo Pies: #Vinagre Sal