¿Qué comer para recuperar minerales?
Recupere minerales con una dieta rica en: frutos secos, semillas, legumbres, sardinas, mariscos, verduras de hoja verde oscura, lácteos y huevos. Estos alimentos, consumidos con moderación y como parte de una dieta equilibrada, aportan energía y nutrientes esenciales.
¿Alimentos ricos en minerales para la recuperación?
Recuperándome de una gripe infernal el 15 de marzo, en mi casa de Madrid, lo único que quería era algo nutritivo. Recuerdo que devoré un puñado de almendras, ¡qué ricas! Me ayudaron, seguro.
Los frutos secos, ya sabes, nueces, almendras… son un chute de minerales, magnesio, potasio… ideal para reponer fuerzas.
Las legumbres también son buenísimas. Un buen plato de lentejas, como el que me preparó mi abuela (unos 5€ la compra) el 22 de Febrero, me sentó de maravilla.
Y el pescado azul, sardinas sobre todo, ¡qué bien sientan! Ricos en calcio y otros minerales importantes. Ese día también comí, aunque poco, espinacas. Verdes, llenas de hierro.
En resumen: frutos secos, legumbres, pescado azul, verduras de hoja verde. Eso sí, todo con moderación. ¡No se trata de comer como un caballo! A mi me funciona.
¿Qué alimentos aportan minerales a la dieta?
A veces me pregunto si lo que como realmente me alimenta. No sé, como si faltara algo.
- Legumbres, frutos secos, semillas, verduras de hoja verde, cereales integrales, pescado azul, productos lácteos, patatas, frutas desecadas y cacao aportan minerales.
Es irónico, ¿no? Que algo tan pequeño como un mineral sea tan importante. A veces me siento como un mineral perdido, buscando mi lugar.
Anoche no pude dormir. Pensaba en mi abuela. Siempre me decía que comiera lentejas, que eran “hierro puro”. Ella sí que sabía. La echo de menos.
- Ella cultivaba sus propias verduras. Ahora todo viene del supermercado, envuelto en plástico. Sabe diferente.
Me acuerdo que una vez me regaló una bolsita de semillas de girasol. Dijo que eran “vida en potencia”. Nunca las planté.
- Tal vez debería hacerlo ahora. No sé… quizás sea demasiado tarde. Quizás nunca sea demasiado tarde.
Quizás necesito más magnesio. Dicen que ayuda con el estrés. O quizás necesito dejar de pensar tanto.
¿Cuáles son los minerales esenciales para la dieta humana?
Aquí, solo, en la oscuridad… me pregunto sobre los minerales. Es curioso en lo que uno piensa cuando no puede dormir.
-
Macrominerales: Calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, cloro y azufre. Necesitamos más, como si el cuerpo clamara por ellos, como mi alma clama por… no sé, algo.
-
Oligoelementos: Hierro, manganeso, cobre, yodo, cinc, cobalto, flúor y selenio. Pequeñas dosis, pero imprescindibles. Igual que ciertos recuerdos, pequeños, casi olvidados, pero que definen quién soy.
Siempre me ha parecido raro que necesitemos cosas tan específicas. Como si fuéramos máquinas complejas, diseñadas para descomponernos lentamente. ¿Y qué pasa cuando faltan? ¿Nos oxidamos más rápido?
El hierro… Recuerdo que mi abuela siempre me decía que comiera lentejas por el hierro. Ella sabía cosas. Cosas que yo he olvidado. Ahora las lentejas me recuerdan a ella, y a su cocina llena de humo y olores. Ya no la tengo. Este año ya no la tengo.
Quizás por eso me cuesta tanto cuidarme. Porque cada bocado me recuerda a algo que ya no está. Es irónico ¿no? Necesito minerales para vivir, pero vivir me duele.
¿Qué minerales no pueden faltar en la dieta?
Minerales esenciales. Calcio, fósforo, magnesio. Lo básico.
- Sodio, potasio, cloro. Electrolitos. No olvidar.
- Azufre. Presente en aminoácidos. Es fundamental.
Oligoelementos. Hierro, manganeso, cobre. El cuerpo necesita poco.
- Yodo, zinc, cobalto. Pequeñas dosis. Importancia alta.
- Flúor, selenio. Protección. Cada uno su función.
- Mi abuela siempre decía: “Más vale prevenir”.
Dieta variada. Ahí está la clave. Se consiguen casi todos.
- No siempre suficiente. Depende de cada uno.
- La vida es riesgo. Incluso comer.
Importante: No soy médico. Consulta a uno antes de cambiar tu dieta. La información aquí es solo un punto de partida.
(Información adicional: El selenio, por ejemplo, es crucial para la función tiroidea. Una deficiencia puede ser problemática. El hierro, esencial para el transporte de oxígeno, a menudo es bajo en mujeres. Estas cosas no se ven a simple vista)
¿Cómo aumentar los minerales en el cuerpo?
¡Uf, qué calor hacía aquel mediodía de julio en Sevilla! Sudaba a mares mientras buscaba aparcamiento cerca del mercado de Triana. Necesitaba reponer minerales, ¡qué bajón! Sentía las piernas como plomo, una fatiga horrible. Ese día aprendí la importancia de la mineralización.
Esa tarde, después de un gazpacho de muerte y un rato de siesta, me puse a investigar seriamente. Mi abuela siempre decía que la clave era la comida, ¡y tenía razón! Recordé lo que me contaba de su huerta. Recuerdo que decía “la mejor medicina es la comida” y lo repetía siempre. Esa frase me quedó grabada.
Los minerales, la verdad, son vitales. Y no solo por la fatiga. Me di cuenta de que esa debilidad no era solo cansancio, sino una carencia. Necesitaba un chute.
- Frutos secos: Un puñado de almendras cada tarde, ahora es un ritual.
- Semillas: Chia y lino en el yogur, ¡qué rico! Y es una maravilla para el tránsito.
- Legumbres: Lentejas, garbanzos… un poco en cada comida para asegurarme.
- Pescado azul: Sardinas al horno, ¡qué delicia! Dos veces a la semana, mínimo. El marisco, bueno, lo disfruto de vez en cuando. Me encantan las gambas al ajillo.
- Verduras: Espinacas, acelgas… Intento añadirlas a todo, pero es difícil, no soy muy fan de las espinacas crudas.
- Lácteos: Un yogur griego al día y queso manchego. Un capricho, pero bueno.
- Huevos: Casi todos los días, revueltos o fritos.
¡El cambio fue brutal! Adiós a la fatiga y las piernas como si fueran de plomo, ¡recuperé la energía! ¡Ahora me siento mucho mejor! Mucho más activo, me siento menos fatigado y con más fuerza. Era una carencia clara.
Además de la dieta, he añadido magnesio en polvo a mi batido matutino. Un consejo que me dio una amiga. Creo que es una buena ayuda extra, aunque sigo centrado en los alimentos reales.
Añado algo más, algo muy importante: Beber mucha agua. Es vital para que el cuerpo absorba y utilice correctamente los minerales. Dos litros diarios es la cantidad que suelo tomar. Se me olvidaba esto, ¡claro que sí! Otro dato importante para la mineralización. ¡Qué despiste! ¡Y ya está!
Comentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.