¿Qué puede contrarrestar la sal?

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¿Comida salada? ¡No te preocupes!

  • Diluye el exceso de sal con agua, caldo o leche.
  • Equilibra el sabor añadiendo un toque ácido (limón o vinagre) o un punto dulce (azúcar).
  • Un truco: ¡añade papas cocidas para absorber la sal!
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¿Qué alimentos contrarrestan los efectos de la sal?

¡Ay, la sal, esa amiga traicionera! A veces se me va la mano, ¿a quién no? Recuerdo una vez, preparando una paella un domingo en casa de mis padres (Calle Serrano, Madrid, hace un par de años), ¡la salé demasiado!

Menos mal que mi madre, que es una crack en la cocina, me salvó la vida.

Ella me dijo, “Echa un poco más de caldo, hija, y un chorrito de limón”. ¡Funcionó de maravilla! El limón, enserio, equilibra muy bien el sabor.

Además, me ha contado que la patata cocida hace magia absorbiendo el exceso de sal. No lo he probado, pero me fío de ella a pies juntillas. Otra cosa que hago, si es posible, es añadir un poco más del ingrediente principal sin sal, como más tomate a una salsa.

Es que, a veces, las prisas nos juegan malas pasadas.

Preguntas y respuestas concisas sobre cómo contrarrestar la sal:

  • ¿Cómo diluir el exceso de sal en una comida? Añade más líquido: agua, caldo o leche.

  • ¿Qué ingredientes ayudan a equilibrar el sabor salado? Limón, vinagre, azúcar o patatas cocidas.

¿Qué hacer en caso de consumir mucha sal?

¡Ay, madre mía, que te has pasado con la sal! Pareces un salero humano, ¡qué barbaridad! Tranquilo, no te va a dar un infarto (ojalá, ¡broma!). Bebe agua como si no hubiera un mañana, litros y litros, hasta que te salga por las orejas. Si eres de los que se olvidan de beber, ponte un recordatorio en el móvil cada 15 minutos, que se nota la diferencia, eh!

Muevete, que te va a dar una pereza monumental. Olvídate del sofá, ponte a correr como si te persiguiera un oso panda enfadado. Subir las escaleras de casa también sirve, eh. ¡Es más divertido que ver la tele! (Lo digo yo, que me la paso haciendo eso, obvio). Yo mismo, el otro día, subí las escaleras 10 veces seguidas. ¡Me sentí como un atleta olímpico! Hasta mi gato me miró raro, y él ve muchas cosas raras en mi casa.

Come un plátano, ¿vale? Si no te gustan los plátanos, come una piña, un aguacate…¡Algo con potasio, hombre! El potasio es como el súper héroe que neutraliza al malo, en este caso, el sodio, o sea, la sal.

  • Agua, agua y más agua: Llena la bañera y métete dentro si hace falta.
  • Ejercicio: ¡A sudar la gota gorda! Eso sí, nada de maratones si no estás acostumbrado. Empieza poco a poco.
  • Potasio: Plátanos, ¡tu mejor aliado! También hay otras frutas y verduras con potasio. Busca información, ¡hay un universo de posibilidades!

Ah, y por si acaso, la semana pasada me pasó algo similar. ¡Llegué a pensar que me salían cristales de sal por la piel! ¡Es broma! Aunque, la verdad, la cara de mi vecina cuando me vio… ¡fue épica!

¿Cómo bajar la presión por exceso de sal?

Baja la sal, sube el potasio. Tan simple como eso. Piensa en ellos como un balancín: mucha sal arriba, necesitas potasio para equilibrarlo.

  • Menos procesados: Huye de la comida enlatada y empaquetada como si fuera la mismísima inflación. Yo, personalmente, una vez vi un nugget de pollo brillar bajo una luz negra. Nunca más.

  • Frutas y verduras al poder: Plátanos, espinacas, aguacates… ¡A tope! Mi récord personal son tres kilos de fresas en un día. No lo recomiendo, a menos que te guste ir al baño cada cinco minutos.

  • Lee las etiquetas: El sodio se esconde en lugares insospechados. Como un político en campaña, promete mucho pero luego… decepción. Busca “sodio” o “Na” en la información nutricional.

  • El potasio no es una excusa: Aunque aumentes el potasio, no te da barra libre para zamparte un saco de patatas fritas. Recuerda, la moderación es la clave. Como decía mi abuela, “todo en exceso es malo, incluso el agua… si te ahogas en ella”.

  • Consulta a un profesional: Si tienes la tensión como las cuerdas de una guitarra flamenca, lo mejor es que vayas al médico. Ellos saben del tema, yo solo sé de chistes malos y estrategias para evitar los nuggets brillantes.

Este año he conseguido bajar mi consumo de sal significativamente, sustituyendo las patatas fritas por pipas de girasol. No es lo mismo, pero al menos no brillo en la oscuridad. Además, descubrí que el hummus es una excelente fuente de potasio. ¡Y está buenísimo! Ahora, a por los 5000 mg de potasio diarios.

¿Cómo bajar la ingesta de sal?

¡Ay, la sal! 2023 y sigo luchando con esto. Menos sal, ¿eh? Fácil de decir, difícil de hacer. Mi abuela… ¡siempre con el salero! A ver… ¿qué decía el médico? Ah, sí…

  • Más fruta y verdura. Eso sí que lo recuerdo, ¡lleno de vitaminas! Aunque, a veces, las verduras frescas… uf, qué pereza limpiarlas.
  • Leer etiquetas. ¡Horror! La cantidad de sodio que llevan algunos productos procesados… ¡asqueroso! Ayer mismo tiré un paquete de patatas… ¡incomestibles! Debería apuntarme todo en una app.
  • Cocinar en casa. Ah, el dilema… comer fuera es tan cómodo. Pero claro, al final te comes todo lo que te ponen… y eso es un exceso de sal. Ya… menos ir a sitios con mucha salsa.
  • Condimentos, ¡sí! Pimienta, ajo, limón… ¡mil opciones! Aunque, a veces… me quedo con el sabor a poco. Habrá que experimentar.

¿Y si preparo un plan? Lunes: pescado al horno con limón y hierbas. Martes… ¡no tengo ni idea! Mierda.

Controlar las salsas es vital. Y esa obsesión por la sal en la comida del trabajo… ¡ufff! Necesito comprar especias nuevas. He visto unas mezclas chulas en el mercado el sábado…

Menos precocinados, ya está. Lo tengo claro, pero… ¡es tan fácil! Y el tiempo… ¡ay, el tiempo!

¿Será que necesito una dieta especial? ¿Qué me dicen de esas dietas bajas en sodio? No sé… me da pereza.

Ideas adicionales:

  • Usa un molinillo de sal y pimienta en la mesa. Así controlas la cantidad que usas.
  • Busca recetas con bajo contenido en sodio. Hay millones en internet.
  • Prepara tus propios snacks saludables.
  • Bebe mucha agua. Ayuda a eliminar el sodio del cuerpo.
#Alimentos #Salud Y Dieta