¿Qué es mejor, sal marina o sal normal?

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Tanto la sal marina como la sal de mesa son cloruro de sodio. Nutricionalmente, son prácticamente idénticas. La principal diferencia radica en el sabor, textura y procesamiento.

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¿Sal marina o sal de mesa: cuál es mejor?

A ver, yo siempre he usado sal de mesa. La de toda la vida, la del supermercado, ¿no? Me acuerdo una vez, en un restaurante en Barcelona (creo que fue en Julio del 2022), me pusieron un plato con escamas de sal marina. Grandotas, brillantes. La verdad, me dio cosa romperlas, parecían piedras preciosas.

El sabor, pues sí, distinto. Más… ¿suave? No se. Me quedé pensando, ¿tanta diferencia hay? A mi me da que no. En casa sigo con mi sal de toda la vida. La del Mercadona, el paquete azul, creo que cuesta como 0.60€. Me va bien.

Preguntas y respuestas

¿Sal marina o sal de mesa?

Nutricionalmente, muy parecidas. Mismo sodio.

¿Diferencias?

Principalmente, el sabor, textura y procesado.

¿Qué tan buena es la sal marina para la salud?

A ver, me preguntaste qué tal la sal marina para la salud, ¿no? Pues mira, te cuento lo que yo sé.

La sal marina, en teoría, ayuda a que tu cuerpo produzca más defensas, o sea, anticuerpos. Esto es bueno para evitar que te enfermes tanto.

¿Es buena la sal marina? Pues sí y no. A ver, contiene algunos minerales que la sal de mesa normal no tiene, como potasio, magnesio y calcio.

  • Potasio
  • Magnesio
  • Calcio

Estos minerales son importantes para varias funciones del cuerpo. Pero, ¡ojo!, la cantidad de estos minerales en la sal marina es bastante baja, eh. No es que te vayas a curar de nada por usarla, que quede claro. Además, la sal marina, al igual que la sal común, tiene mucho sodio. Y demasiado sodio es malo para la presión arterial y el corazón, así que hay que tener cuidado, ¿vale?

Entonces, ¿qué? Pues que uses la sal marina si te gusta el sabor, pero no esperes milagros. Y sobre todo, no te pases con la cantidad, eh. Yo por ejemplo, uso sal de himalaya, porque me mola el color rosa y dicen que tiene más minerales. Pero vamos, que es más por el postureo que por otra cosa, jajaja. La verdad es que mi abuela siempre decía que la sal es sal, y que lo importante es no abusar. Y la abuela, como siempre, tenía razón, yo creo. Recuerdo que el año pasado me resfrié tres veces, así que no sé yo si la sal que uso ayuda mucho, jajaja.

¿Cómo saber si una sal es de mar?

Bah, qué rollo con el etiquetado. A veces miro, sí, pero… ¿sabes qué? Yo distingo la sal marina por el sabor. No sé, tiene un… no sé… un toque mineral que no tiene la otra, la refinada esa. Además, la textura. Más crujiente, con cristalitos irregulares. Una vez, en Cádiz, en 2023, compré sal directamente de las salinas. Recuerdo el sol pegando fuerte, el olor a mar… increíble. Esa sal, ¡buah! Tenía hasta un color como grisáceo, nada que ver con la de mesa. La usé para todo, hasta para la fruta. Sí, sí, la sandía con sal marina… ¡pruébalo! Te cambia la vida. Luego, en el súper, compré una que decía “marina” pero sabía a rayos, puro químico. Así que, fíate del paladar.

  • Sabor: Toque mineral, distinto a la sal refinada.
  • Textura: Cristales irregulares, más crujiente.
  • Color: Puede tener tonos grisáceos dependiendo del origen.
  • Etiquetado: Mirar la procedencia y los ingredientes (cloruro de sodio, yodo…).

Mirar el etiquetado. Debe especificar si es sal marina o de roca y los ingredientes que contiene.

¿Qué diferencia tiene la sal de mar y sal común?

Sal marina, evaporación… Agua de mar, lagos salados. ¿Lagos salados? Nunca he visto uno. Me acuerdo de aquel viaje a Cádiz, la playa… muchísima sal. Menos procesada. ¿Será por eso que la del súper es tan blanca? Oligoelementos… ¡qué palabra tan rara! Sabor y color. A ver… fina o cristales. Yo uso la gorda para la pasta.

Sal común, esa blanca… ¿De dónde sale si no es del mar? ¿La hacen en una fábrica? Debe ser súper procesada. ¿Le quitan los oligoelementos? Igual por eso es tan sosa… Solo la uso para las palomitas. A veces la echo en el lavavajillas… ¿eso está bien?

  • Sal marina: evaporación, menos procesada, oligoelementos, sabor, color, fina o cristales.
  • Sal común: más procesada, menos sabor.

Bah, todo es sal. Ayer compré una bolsa enorme en Mercadona, 2 kilos. Me durará un año. Aunque ahora estoy con la dieta, menos sal. La del Himalaya, esa rosa… ¿es marina? La vi en la tienda ecológica. Me costó un ojo de la cara. Pero era bonita. Como piedrecitas rosas…

El otro día hice dorada al horno con sal gorda… quedó buenísima. Sal marina, por supuesto. La compré en el mercado. El pescadero me dijo que era de las salinas de San Fernando. Cádiz otra vez.

¿Qué beneficios tiene la sal de mar?

¡Ay, la sal del mar! Esa maravilla blanquecina, ¡casi mágica! No es solo para darle sabor a tu paella de domingo, eh. Es mucho más profunda que eso. Piénsalo: ¿qué sería de la vida sin un puntito de sal?

Equilibrio electrolítico: Como si fueras una batería, pero humana. Necesitas esos electrolitos para que tu cuerpo funcione, como un relojito suizo… o bueno, un relojito un poco oxidado, pero que sigue marcando la hora. El sodio, el potasio, el magnesio… ¡son como los superhéroes invisibles de tu cuerpo! Como ese amigo que siempre está ahí, aunque no lo veas. Mi amigo Pepe me lo dijo, jura que su médico se lo recomendó.

Salud digestiva: ¡Ajá! Aunque suene a cuento chino, la sal de mar puede ayudarte con la digestión. Es como un pequeño ejército de minúsculos ayudantes que limpian el terreno y facilitan el paso de la comida. Imagina a tus intestinos como un atasco en la M-30, la sal de mar sería un buen desatascador.

Mejora la piel: Para la piel, la sal marina es como unas vacaciones en el Caribe, pero sin el jet lag. Un baño con sal marina es un spa en tu bañera, y ya está. Eso sí, ¡cuidado con los ojos! Me pasó una vez, y no fue nada agradable.

Relajación y bienestar: ¡Un baño con sal de mar es como un abrazo del océano! Un relax total, una desconexión del mundo… aunque mi gato, Miguelón, siempre aprovecha para revolcarse en la espuma. Un poco molesto, sí.

Fortalecimiento del sistema inmunológico: Algunos estudios dicen que sí ayuda al sistema inmune, como una armadura extra contra los invasores. No es que te vuelva invencible, eh. No esperes salir a luchar contra dragones, pero sí te ayuda a mantenerte fuerte. Eso sí, ¡no sustituye una buena alimentación!

  • Recuerda: Todo con moderación. Demasiada sal no es buena, como demasiado chocolate.
  • Dato extra: La sal de mar no es igual a la sal de mesa refinada. La de mar tiene más minerales.
  • Mi consejo: Prueba distintas sales marinas, ¡hay un mundo ahí fuera!

¿De qué color es la sal de mar?

La sal de mar, en su forma más pura, es blanca.

• Cristalización: El blanco se debe a la forma en que la luz interactúa con la estructura cristalina de la cloruro de sodio, el principal componente de la sal. Curiosamente, la estructura cristalina, esa perfección geométrica a nivel microscópico, ¿no nos invita a reflexionar sobre el orden subyacente en el aparente caos del universo? Recuerdo una vez, en la playa de Bolonia, viendo los cristales de sal brillar bajo el sol… esa imagen me hizo pensar en la belleza de lo simple.

  • Pureza: La blancura intensa indica una alta pureza. Si contiene impurezas, la sal puede adquirir otros tonos. He visto sales del Himalaya con tonos rosados, e incluso negras, provenientes de Hawái. ¿Será que la pureza absoluta es solo una ilusión, incluso en algo tan aparentemente simple como la sal?
  • Granulometría: El tamaño de los cristales, la granulometría, influye en la percepción del color. Cristales más finos pueden parecer más blancos debido a la mayor dispersión de la luz. A veces, en mi cocina, uso sal marina gruesa y otra fina, casi como si fueran dos especias distintas.

• Composición: Aunque principalmente cloruro de sodio, la sal marina contiene otros minerales, como magnesio, potasio y calcio, en cantidades variables que dependen de la ubicación geográfica. Estos minerales, aunque en pequeñas cantidades, pueden influir sutilmente en el color y el sabor. El otro día, probé una sal de Bretaña francesa, y tenía un sabor… diferente, más complejo, que la sal que suelo usar.

  • Características organolépticas: El aspecto visual de la sal de mar, ese blanco brillante, forma parte de la experiencia sensorial. El sabor, la textura en la lengua… todo contribuye a la percepción final. A veces pienso que nos olvidamos de disfrutar de las pequeñas cosas, como el sabor de una pizca de sal. Yo mismo, en mi último viaje a Cádiz, compré una flor de sal… su textura es increíble.

¿Cómo distinguir la sal marina?

A ver… ¿cómo se distingue la sal marina? Mmm… ¡Evaporación del agua de mar! Eso es clave. A diferencia de la otra, la de mesa, que quién sabe de dónde la sacan, ¿no? Siempre me he preguntado eso.

  • Color grisáceo. ¡Ahí está! No blanca nuclear como la de mesa. Como la arena mojada, casi.
  • Presentaciones: fina, molida… ¡y en escamas! Las escamas son lo más, ¿no? ¿Por qué son más caras?

En el súper hay mil tipos, pero vamos, si es blanca impoluta, NO es sal marina. Punto. Una vez compré una que parecía de piscifactoría, super rara… ¡qué asco!

¿Será verdad lo que dicen, que la sal marina tiene más minerales? Siempre leo eso, pero ¿alguien lo ha comprobado de verdad? Quizá debería googlearlo… ¿Ahora? Naaa… Luego.

Yo la uso para el tomate en verano, le da un toque… Uf. Y para la carne a la brasa, ni te cuento. Aunque para cocinar normal, con la otra me apaño.

¿Cuál es la diferencia entre sal yodada y sal de mar?

Sal yodada: le añaden yodo. Punto. ¿Para qué? Tiroides, creo. La mía va bien, por ahora. Me hice análisis en marzo, todo ok. Debería pedir cita para el dentista también…

  • Yodo: yodato de sodio.
  • Sabor: igual. A sal, jaja.

Sal marina: sin yodo, a menos que lo diga. ¿De dónde sacan la sal marina? Del mar, obvio. ¿Y la otra? ¿De minas? Tendré que buscarlo. A ver… Sal gema… sí, de minas. Interesante. La rosa del Himalaya… mola el color, pero cara. ¿Será marketing?

  • Natural: poca o ninguna.

Hoy compré pan integral. Me gusta con tomate y aceite. A veces le pongo un poco de sal marina, pero no siempre. El otro día me pasé y estaba incomible. Fatal. Tuve que tirarlo. ¡Qué desperdicio!

  • Mina: sal gema.
  • Mar: pues eso, del mar.
  • Himalaya: postureo, ¿no?

Mejor usar sal yodada. Por si acaso. La salud es lo primero. Aunque la marina queda más cool en la mesa. No sé, contradicciones. La semana que viene voy a la playa. A ver si encuentro alguna piedra de sal. Sería guay.

  • Yodada: salud.
  • Marina: estética.
  • Himalaya: ¿salud o estética? No sé.
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