¿Qué puedo comer bajo en sal?

¿Qué puedo comer en una dieta baja en sal?

Comida baja en sal. Ok.

• Frutas: Manzanas, fresas, naranjas, mangos, plátanos. Lo de siempre.
• Verduras: Brócoli, batata, remolacha, okra, espinacas, pimientos, zanahorias, edamame. Nada nuevo.
• Congeladas sin añadidos. Obvio.

La sal es solo un condimento. Memento mori.

Extra: Evita embutidos. Descubrí este año que el jamón cocido tiene un montón de sal. Increíble.

Más: El sodio está oculto. Lee etiquetas. En serio.

¿Qué alimentos son buenos para los niveles bajos de sodio?

Bajo sodio? Frutas, verduras. Punto.

• Verduras frescas: brócoli, camote, remolacha, okra, espinaca, pimiento, zanahoria, edamame. Mi abuela usaba mucho la remolacha.
• Congeladas: sin salsas. Las del mercadona, esas sí.
• Enlatadas: Poco sodio. Enjuagarlas. Siempre lo hago.

Simple. No hay más. El exceso de sodio, un veneno lento. La vida, un juego de equilibrios.

Evita: procesados. Comida rápida. Eso lo sé bien. Experiencia propia.

El cuerpo, sabio, pero a veces… se olvida. Recuerdo esa vez… (perdón, me desvié).

Conclusión: Lectura de etiquetas. Control.

Nota: Mi presión arterial ha mejorado este año, gracias a este régimen. También hago ejercicio. Cinco días a la semana. Nada de drama.

Frutas: Plátanos, fresas, manzanas… Son opciones, aunque lo importante es, sin duda, las verduras. El sabor, una cuestión personal.

Recordatorio: Hidratación. Agua, el mejor remedio. Hasta la próxima.

¿Cuándo se considera un producto bajo en sal?

¡Ay, el sodio, ese mineral tan traicionero! Parece sal, pero ¡zas! te juega una mala pasada a tu presión arterial.

¿Bajo en sal? Menos del 5% del Valor Diario (VD) de sodio por porción. Piensa en ello como un maratón, no una carrera de velocidad: una pequeña porción puede ser “baja en sal”, pero tres raciones… ¡ay, amigo! El VD de sodio para adultos es de 2300 mg. ¡Haz cuentas!

Eso del 20% o más del VD… ¡alta tensión, literalmente! Es como intentar escalar el Everest con chanclas y un mal humor. Mejor busca opciones más amables con tu corazón.

Mis abuelos, ¡benditos sean!, siempre decían que la sal era la felicidad en un puñado, pero claro, ¡ellos no sabían de hipertensión! Hoy en día, entre el control del sodio y mi dieta mediterránea (mucho tomate y poca sal, que es como yo veo la vida), me encuentro genial.

• Bajo en sodio: menos del 5% VD por porción. ¡Objetivo: menos de 115 mg de sodio!
• Alto en sodio: 20% o más VD por porción. ¡Alerta roja! ¡Más de 460 mg!
• El tamaño de la porción, ese es el demonio que te hace caer en la trampa. ¡Ojo al dato!

Ayer mismo, por ejemplo, me comí un paquete de patatas fritas “ligeras” (¡qué ironía!), y aunque ponía “bajo en sodio”, la ración era ridículamente pequeña, y termines comiendo tres… ¡zas! ¡Sobredosis de sal!

Recuerda: Leer etiquetas, calcular raciones, usar menos sal. ¡Salud! Y buen humor, que la vida es muy corta para estar salado. Este año, he logrado controlar mi consumo de sodio; ¡una victoria personal!

¿Cuánto se considera bajo en sal?

¡Uf! El otro día, en el súper, justo al lado de las patatas fritas que tanto me gustan, vi un montón de etiquetas con esas cosas de “bajo en sal”. Me dio un vuelco el estómago, ¡qué lío! Necesitaba entenderlo ya. Ese día, 27 de octubre de 2023, llegué a casa con un dolor de cabeza por tanto número.

Sin sal/sodio: Eso es claro, ¡cero sodio!. Ni rastro de sal.

Menos de 5 mg de sodio por porción: ¡Increíblemente bajo! Casi nada. Me pregunto si se nota el sabor. A mí me gusta la sal, un poquito, claro.

Muy bajo en sodio (35 mg o menos): Empieza a estar un poco más salado, aunque sigo pensando que es poquito. Habrá que probar.

Bajo en sodio (140 mg o menos): Aquí ya sí que hay sal, ¿no? Supongo que sabrá más a algo.

Reducido en sodio (al menos 25% menos): Esto sí que es más confuso… ¿Comparado con qué? ¿Con la versión normal del mismo producto? ¡Tendría que mirar el paquete original! Eso me vuelve loca.

En fin, fue una tarde de locura, leyendo etiquetas en la cocina. Después me pedí una pizza familiar, con queso extra. Necesitaba un poco de sabor real. Fue un desastre.

• Conclusión: Necesitas leer MUY bien esas etiquetas. Es un caos, pero importante para la salud.
• Consejo: Comparar la información nutricional con la de productos similares es clave.
• Problema: Falta claridad en las etiquetas con las versiones “reducidas”.

La verdad es que me quedé con más dudas que antes. Necesitaría un nutricionista o algo. Es todo un rollo, pero necesito controlarlo. ¡A ver si mañana consigo entenderlo mejor!

¿Cómo saber si un producto es bajo en sal?

¿Que si un producto es bajo en sal? ¡Pues como si buscaras una aguja en un pajar lleno de sal! 😉

Si pone “bajo en sal” en letras gigantes, ¡bingo! Aunque, a veces, los fabricantes son más sutiles que un ninja…

• Menos de 0,12g de sal por cada 100g de producto: ¡Esa es la clave! Si ves ese número, ¡adelante! Es como encontrar un unicornio en el supermercado.🦄
• Compara: Mira otras opciones. Si uno tiene menos sal que otro, ¡voilà! Ganaste. Es como elegir entre un tsunami de sal y una llovizna salada. ☔️
• Lista de ingredientes: Busca “cloruro de sodio” (ese es el nombre técnico de la sal). Si está al final de la lista, ¡mejor! Significa que hay poquito, poquito… 🤏

¡Ojo! A veces, lo “bajo en sal” sigue sabiendo a salero gigante. 🧂 ¡Las apariencias engañan, como mi tío Paco con su peluquín!